Cada marzo, miles de jóvenes llegan a Concepción para comenzar la universidad. El entusiasmo por la independencia suele ir acompañado de un desafío muy concreto: instalarse en un departamento pequeño, muchas veces compartido, y hacerlo funcionar con lo mínimo. Armar un espacio habitable no tiene por qué ser un dolor de cabeza, pero sí requiere buenas decisiones desde el principio.
Preparar tus propias comidas es la mejor forma de evitar que el presupuesto se vaya en delivery antes de fin de mes. Una encimera de inducción portátil, una freidora de aire y un hervidor eléctrico se convierten en básicos para resolver desde desayunos hasta cenas improvisadas sin que el humo ni el calor dominen el espacio.
El orden también es parte del juego. Si el arriendo no trae repisas ni módulos, los muebles de cocina permiten aprovechar el espacio vertical y mantener utensilios y alimentos organizados. Y cuando se vive con roomies, el aseo es igual de importante: contar con una aspiradora compacta ayuda a mantener el depa en condiciones sin tener que perder media tarde limpiando.
Entre las compras más importantes está el frigobar. Los modelos de 90 a 100 litros permiten almacenar lo justo para uno o dos estudiantes. Aunque representa el gasto más alto del presupuesto inicial, buscar en el mercado de segunda mano en Concepción es una estrategia efectiva para no gastar de más.
Si el espacio es reducido y no hay comedor, un carro metálico con ruedas puede servir de despensa, mesa auxiliar o incluso superficie de apoyo para los electrodomésticos portátiles. Es una solución sencilla que ayuda a que todo funcione mejor.
En lugar de llenar la cocina con utensilios que apenas se usan, basta con una olla mediana, un sartén compatible con inducción, un cuchillo versátil y algunos tuppers. Con ese set se pueden resolver las comidas diarias y llevar almuerzo al campus sin depender siempre de casinos o comida rápida.
La regla es clara. Los equipos pequeños y de uso diario conviene comprarlos nuevos, porque el costo adicional es bajo y ofrecen mayor seguridad de uso. El frigobar, en cambio, se puede buscar usado para reducir el desembolso inicial. Revisar bazares y outlets en la ciudad también es un recurso útil para quienes se están instalando por primera vez.
Contar con lo esencial no significa gastar más de lo necesario. Con un frigobar, una encimera portátil, una freidora de aire y un hervidor eléctrico ya se cubren las necesidades básicas de la cocina. Si a eso se suma el orden que aportan los muebles adecuados, el menaje justo y una aspiradora para mantener limpio el espacio, la vida universitaria arranca con una base sólida.
Concepción se convierte así no solo en un lugar para estudiar, sino también en la primera experiencia de independencia real. Y empezar con el pie derecho depende, en gran medida, de cómo armes tu nuevo hogar.