Las pericias revelaron que el impacto de bala que recibió el comunero por la espalda, corresponde a un calibre 5.56 que al momento del operativo portaban los sargentos Raúl Ávila y Fabián Alarcón.
A dos semanas del operativo policial en el que murió el comunero mapuche Camilo Catrillanca, los informes balísticos, las evidencias y declaraciones comienzan a esclarecer cómo sucedieron los hechos y definir el o los responsable de perpetuar el disparo por la espalda que recibió el joven de 24 años, dentro de la comunidad de Temucuicui.
Es así como dentro de las primeras certezas que tiene la PDI y el Ministerio Público es que dicha bala corresponde a un calibre 5.56 que al momento del ataque portaban dos de los cuatros uniformados del Gope que participaron en el operativo.
De acuerdo a lo consignado por La Tercera, la bala al momento de hacer el trayecto por el cañón del arma, va marcando una serie de huellas que están registrados en el sistema de Carabineros, las que son asignadas a cada tipo de arma, encontrándose coincidencias con dos arma que ese día estuvieron en el operativo, y en manos de los sargentos Raúl Ávila y Fabián Alarcón.
Ante esas evidencias, ambos sargentos están en la mira de la Fiscalía, el primero, Raúl Ávila, ya que es el uniformado que rompió la tarjeta de memoria que contenía el registro del cuestionado operativo y, el segundo, Alarcón, sindicado por otros testimonios como el inicio los disparos al tractor en que se movilizaba Catrillanca y el menor de 15 años.
A fin de seguir recabando información el fiscal a cargo, Roberto Garrido, se reunió con el abogado de la familia, Nelson Miranda.
De acuerdo al sumario interno que inició la Fiscalía Administrativa de Carabineros en Pailahueque, el mismo sargento Alarcón habría reconocido que el disparo lo efectuó él.
Sin embargo, afirmó que éste no habría sido directo a Catrillanca sino a la rueda del tractor, bala que por efecto de rebote terminó impactando en la cabeza del joven.