Opinión

Obispo José de Toro y Zambrano

Por: Diario Concepción 28 de Abril 2024
Fotografía: Cedida

Alejandro Mihovilovich Gratz
Profesor de Historia y Geografía
Investigador Histórico

Nació en Santiago de Chile el año 1674. Los primeros estudios los realizó en el Convictorio S.Francisco Javier, donde se graduó en filosofía. Después fue enviado a Lima a estudiar Derecho en la Universidad de S.Marcos, graduándose en ambos derechos y recibiendo el título de abogado en la Real Audiencia de Lima. Pertenecía en Chile a una de las principales familias del reino. Regresó al país, después de haber ejercido la profesión de abogado en Lima. En Santiago obtuvo el cargo de relator de la Real Audiencia en 1705.

Estando cercano a los 40 años ganó la canonjía doctoral del Cabildo en el año 1711, ingresando después en el seminario, donde se recibió de sacerdote en 1714. Fue ordenado por el obispo de Santiago D.Luis Romero. Desempeñó en la iglesia muchos oficios importantes, como Provisor y Vicario general, Deán del Cabildo catedral en 1741, etc. Finalmente, estando vacante el obispado de Concepción, el Papa Benedicto XIV lo nombró 9obispo de esta diócesis el 18 de setiembre de 1744, siendo consagrado en Santiago el año 1746. El señor Toro era uno de los sacerdotes más competentes y virtuosos de Chile. Cuando fue propuesto para obispo tenía 72 años.

Labor pastoral: al llegar a su diócesis encontró el nuevo obispo terminada la iglesia catedral, que había sido construida por el su antecesor D.Pedro Felipe Azúa. El señor Toro, a pesar de su avanzada edad, logró gobernar la diócesis por espacio de 14 años. Fue muy trabajador y apostólico, recorrió gran parte de la diócesis. Poco es lo que sabemos de los detalles de su trabajo pastoral, pues toda la documentación del obispado fue perdida o destruida en los terremotos y otras peripecias sucedidas en esos tiempos. Sin embargo, puso mucho interés en el Seminario diocesano, dándole toda la ayuda material y docente. Procuró también el obispo ayudar mucho a su clero, solicitando al Rey el aumento de sus rentas el año 1749, lo cual fue felizmente aceptado por éste en 1753.

Terremoto del año 1751: nuevamente se dejó sentir un gran terremoto en la zona sur de Chile, especialmente en la región de Concepción, derrumbando todo lo que encontró: casas, iglesias, etc. Por lo cual, las autoridades de época, con el gobernador Ortiz de Rosas, decidieron el traslado de la ciudad de Penco a un lugar más seguro y alejado del mar. Se realizó un cabildo con el pueblo, decidiendo cambiarlo al valle de la Mocha, entre los ríos Andalién y Bíobío. Se trazó el plano correspondiente y se distribuyeron los sitios entre los pobladores.

Sin embargo, el obispo Toro se opuso tenazmente a dicho traslado, porque creía que con ello ayudaba a las familias pobres que no tenían medios para este traslado. Hubo una lucha empecinada por ello, de suerte que esta situación duró muchos años, hasta la muerte del obispo en el año 1760. Esta fue la nueva ciudad llamada “Concepción de la Virgen María”. Allí se trasladó el gobierno, el Seminario, las Ordenes religiosas y el pueblo.

En la diócesis de Concepción había en esos años 24 parroquias y doctrinas y como 50 sacerdotes seculares, sin contar los religiosos: El obispo murió el 1º de mayo del año 1760, a los 86 años.

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