Opinión

50 años después del Golpe Cívico Militar

Por: Diario Concepción 25 de Enero 2023
Fotografía: Cedida

Sergio Camus
Presidente regional Partido Socialista

¿Por qué es importante la conmemoración?, ¿Cómo se construye y se mantiene la memoria colectiva?, ¿Por qué los civiles que ayer alentaron el golpe hoy sostienen que recordarlo abre heridas del pasado?

Dentro de la convulsa historia patria, con sus revoluciones y revueltas, no hay duda de que el Golpe Cívico Militar de 1973 cambio nuestra percepción respecto de quiénes piensan distinto y de las formas de accionar de la política, para que ahondar en el rol y funciones de las fuerzas armadas y de orden. La reacción interna, azuzada por el Gobierno de Estados Unidos, en el contexto de la guerra fría, no tolero que la construcción de un proceso de transformación social impulsado por la más amplia unidad de fuerzas progresistas – a diferencia del resto del mundo – tuviese a través del voto popular, la oportunidad de desarrollarse y consolidarse en nuestro país con la elección del presidente Salvador Allende dentro del marco institucional del país.

La élite latifundista y empresarial impulsó acciones para provocar el descontento de los sectores medios y populares hacia el Gobierno de la Unidad Popular, mediante el boicot económico, desabastecimiento, paralización del transporte, acciones de sabotaje y una constante acción de interpelación a ministros del gobierno popular. Pese a ello, las fuerzas de gobierno obtuvieron un alto respaldo ciudadano en las elecciones municipales de 1972 y parlamentarias de 1973, este último resultado hizo inviable el afán de la oposición de terminar con el mandato del presidente Allende por la vía institucional al no obtener la mayoría en el parlamento para lograr su destitución.

La opción, entonces, de la derecha latifundista y empresarial fue impulsar la acción golpista de las fuerzas armadas y de orden, quebrando la institucionalidad, destruyendo sueños, persiguiendo y eliminando a quiénes pensaban distinto bajo la lógica del enemigo interno y la guerra contra del enemigo poderoso que de cuando en cuando seguimos escuchando de actores políticos.

Para evitar que la historia se repita necesitamos construir memoria de lo sucedido, necesitamos recordar los responsables y las motivaciones de quienes destruyeron la institucionalidad, necesitamos recordar y conmemorar a quiénes sufrieron persecución, tortura, cárcel, exilio, muerte y desaparición forzada por pensar distinto. No para dividir, no para sufrir y recordar el dolor, la angustia y la muerte, sino para asegurarnos que las actuales y futuras generaciones conozcan los hechos y las actuaciones de cada sector, para que puedan construir su verdad y actuar en consecuencia. Los chilenos y chilenas tenemos que sanarnos y superar este doloroso trance, pero para ello no podemos esconder ni minimizar lo sucedido, debemos hacernos cargos de nuestros errores pero también seguir haciendo esfuerzos para que la verdad, la justicia y la reparación sean garantías de un nunca más.

Etiquetas