Es necesario transitar rápidamente hacia una mayor autonomía fiscal de los Gobiernos Regionales a través de la creación, por ejemplo, de rentas o impuestos regionales.
El Presupuesto de la Nación es el principal instrumento de gestión que un Gobierno posee para desplegarse con soluciones concretas en el territorio, y su proceso de discusión parlamentaria nunca ha estado exento de la coyuntura socioeconómica que marca fuertemente las prioridades de la ciudadanía.
Para el año 2023 el Gobierno ha planteado un proyecto de presupuesto que aborda grandes problemas, pero que también plantea grandes desafíos por resolver. Un aspecto para destacar es la forma en que el Presupuesto dialoga con las necesidades inmediatas, y es que de acuerdo con la 3° Encuesta de Bienestar realizada por CADEM y presentada por la Mutual de Seguros de Chile, los tres principales problemas que perciben las personas en la región del Biobío son Delincuencia, Inflación, y Sueldos-Empleo.
Y precisamente es ahí en donde se focalizan los esfuerzos para entregar más Seguridad Económica, más Seguridad Pública, y más Seguridad Social, que son los tres ejes fundamentales del proyecto de Presupuesto para 2023. En materia de reactivación económica el Plan Chile Apoya ha entregado más de cinco mil millones de pesos ($5.573.211.530) a Micro, Pequeñas y Medianas Empresas de la región del Biobío a través de Corfo y Sercotec, y está entregando más de seis mil millones de pesos ($6.276.000.000) a través del Subsidio al Salario Mínimo, con lo cual se ha logrado mantener una Tasa de Desocupación Regional menor a la nacional (7,2% en Biobío frente a 7,6% en Chile).
Estas y otras medidas seguirán vigentes durante el año 2023 de acuerdo con el proyecto de Presupuesto. Sin embargo, existen grandes desafíos que no se resuelven en forma tan inmediata con el Presupuesto de la Nación y uno que ha tomado gran relevancia es la asignación de recursos al Gobierno Regional. Es necesario transitar rápidamente hacia una mayor autonomía fiscal de los Gobiernos Regionales a través de la creación, por ejemplo, de rentas o impuestos regionales, aspecto abordado parcialmente por el proyecto de Reforma Tributaria.
Y, para que la anhelada autonomía fiscal se haga realidad, no basta con exigir año a año mayor presupuesto, sino que se necesitan cambios estructurales que sean apoyados por toda la región.
JAVIER SEPÚLVEDA SEPÚLVEDA
Seremi de Economía del Biobío