Alejandro Mihovilovich Gratz
Profesor de Historia y Geografía
Investigador Histórico
Nació en Concepción el 10 de octubre de 1827. Hija de un soldado que ocupaba filas en el Ejército de Ramón Freire. No hay muchos antecedentes acerca de su historia personal, pero se le reconoce una destacada participación en la revolución que encabezó el general José María de la Cruz Prieto en contra de Manuel Montt en 1851.
“La Monche”, como es recordada, fue también una de las primeras periodistas de Chile y América Latina. La primera mujer en escribir en un periódico en Concepción. Trabajó en El Amigo del Pueblo y en La Revista del Sur, siempre como opositora a Montt. Ayudó a posicionar a las mujeres en un espacio considerado tradicionalmente masculino.
Escritora y oradora vehemente, agitaba a las muchedumbres a través de la prensa y en las asambleas públicas. Luchaba por los derechos del pueblo.
Las crónicas que hablan de ella indican que reclutó soldados, además de emprender junto al Ejército, la “compañía de Maule”.
Ingresó a la milicia en calidad de vivandera (vendía víveres a los militares y los seguía en sus marchas). Combatió en la Batalla de Loncomilla el 8 de diciembre de 1851, con tal arrojo que logró tomar prisionero al mayor Basilio Urrutia, del bando gobiernista. Con ello, salva la vida del general José María de la Cruz Prieto, que era líder del Ejército del Sur.
De esta revuelta, La Monche, termina herida. Siendo vencido el ejército revolucionario, fue tomada prisionera y llevada a Talca. Una vez puesta en libertad, vuelve a Concepción a continuar la campaña en contra del gobierno de Montt.
Durante la revolución de 1859 volvió a batallar en las tropas revolucionarias contrarias al Presidente Manuel Montt, ahora con el grado de capitana. Derrotada otra vez la revolución, Rosario Ortiz, se refugió en las tribus de Arauco, hasta que el Presidente José Joaquín Pérez, dictó la Ley de Amnistía de 1862.
No hay registro de su muerte, pero en el Cementerio General de Concepción hay una tumba que la recuerda con las siguientes palabras: “Aquí descansa La Monche, vivió y murió por la Libertad. Un obrero”.