Dr. Dominik Schleicher
Profesor Asociado
Departamento de Astronomía UdeC / CATA

¿Dónde están todos? Esta pregunta se formuló el científico italiano Enrico Fermi en 1950 en una conversación entre colegas, dando origen a la paradoja de Fermi. Ahí debatieron sobre el tiempo requerido para viajar a otras estrellas y planetas de la galaxia.

Desde una perspectiva humana es mucho tiempo, posiblemente millones de años, pero en el sentido cosmológico se estiman tiempos relativamente breves: el Universo tiene una edad cercana a los 13 mil millones años, y la Vía Láctea unos 10 mil millones.

Si existía alguna civilización avanzada, tendría mucho tiempo disponible para llegar aquí, y quizás colonizar la Vía Láctea. La paradoja de Fermi se refiere a esto; al hecho de que, a pesar de todo, no hemos encontrado otras civilizaciones. Se han barajado muchas explicaciones; que simplemente no han existido civilizaciones lo suficientemente avanzadas como para llegar a contactarnos -desde este punto de vista la vida en la Tierra sería un fenómeno “raro”-, hasta la idea de que civilizaciones avanzadas, por temas éticos o poco interés científico, prefieren observarnos a lo lejos.

Pero utilizando el mismo argumento, se podría pensar que toda la humanidad debería estar en contacto, considerando el tiempo y distancia para viajar en nuestro planeta. Y así parece ser, pero aún, en nuestra edad moderna y tecnología avanzada, existen poblaciones en islas y selvas apartadas que nunca contactaron con el resto de la humanidad y no tienen conocimiento de su existencia.

Hoy, gracias a los avances en la investigación, la astrofísica provee nuevas respuestas que aportan a la solución de la paradoja de Fermi. Ejemplo son los fenómenos energéticos: aunque en muchos planetas se podría originar la vida, estos fenómenos podrían destruirla e impedir el desarrollo de civilizaciones avanzadas.En el Departamento de Astronomía UdeC investigamos esta posibilidad junto al profesor Stefano Bovino, considerando modelos de formación de civilizaciones avanzadas y también la historia en la Tierra, pero agregando el impacto de procesos destructivos, explosiones de supernovas, de rayos gamma, y la radiación que emite el agujero negro supermasivo en nuestra galaxia, por ejemplo.Todavía hay incertidumbre en las estimaciones, aunque los resultados científicos mostraron que el número de posibles civilizaciones extraterrestres se puede reducir a la mitad por estos efectos. Los nuevos telescopios, como el Extremely Large Telescope que llegará a Chile, van a explorar con más detalle la posibilidad de vida en otros planetas, y así esperamos tener más claridad sobre el origen de la vida y su frecuencia en el Universo.