Opinión

Mujeres de una comuna con nombre de mujer

La situación de la mujer y especialmente de la zona rural es sumamente compleja, registran valores más elevados de pobreza multidimensional.

Por: Diario Concepción 28 de Junio 2022
Fotografía: Ana Albornoz

Ana Albornoz Cuevas

Alcaldesa de Santa Juana

Las mujeres somos el 50% de la población en el mundo, el mismo porcentaje en Chile y un poco más de la mitad en Santa Juana, comuna 45 km. al sur de Concepción; esas son las cifras oficiales, es decir somos la misma cantidad de hombres y mujeres en la Tierra. Sin embargo, la paridad no se da en la fuerza laboral, en la ocupación de altos cargos por mujeres, ni en los sueldos, históricamente las personas de sexo femenino se han dedicado a labores que no son remuneradas como el cuidado de los niños, familiares enfermos y de sus padres en edad avanzada. La sociedad espera de las mujeres que se dediquen a esas labores, pero exime de esas tareas a los hombres ¿Por qué?

Santa Juana, es la comuna de mayor extensión territorial de la Provincia de Concepción, donde el 30,22% de su población vive en zona rural. En nuestro país las comunas rurales ven condicionadas sus oportunidades de desarrollo y es en este escenario donde las mujeres sufren la peor cara del abandono. La tasa de pobreza en zonas rurales sobrepasa el doble al de zonas urbanas, en educación la tasa de escolaridad se expresa en un 8%, tres puntos por debajo del promedio nacional. La conectividad no llega a todo el territorio de Santa Juana, limitando las comunicaciones y aislando aún más a las familias en los tiempos que corren donde no tener acceso a internet o a una llamada telefónica merma el derecho a la educación y a la información oportuna.

La situación de la mujer y especialmente de la zona rural es sumamente compleja, registran valores más elevados de pobreza multidimensional, muchas de ellas tienen una triple jornada laboral mal remunerada o sin remuneración, dedicada a labores de cuidados, trabajo doméstico, labores propias del campo o trabajo dependiente e independiente. En momentos de crisis, como la actual pandemia, la división sexual del trabajo se agudiza, la conquista de derechos de las mujeres retrocede y podemos ser testigos de una crisis de los cuidados. Esto explica cómo estadísticamente han retrocedido las mujeres en la participación laboral, sacrificando su derecho al trabajo, al ser relegadas nuevamente al cuidado de un tercero y las labores domésticas. O bien, aquellas quienes mantienen su trabajo, siguen dedicando tiempo a las labores de cuidado y domésticas, ya sea al llegar al hogar después de la jornada laboral o desde el teletrabajo. La sociedad ha internalizado esta ideología de la división del trabajo, lo que socava su habilidad para moverse más allá de los roles prescritos, aún en tiempos de crisis, porque cuando tratan de moverse reciben desaprobación social, o no hay alguien más dispuesto a hacerlo y tampoco se desarrollan políticas públicas que atiendan al ensanchamiento de esta brecha.

En Santa Juana existe una agenda feminista propiciada fuertemente por los movimientos de mujeres que han empujado el cerco hacia la elaboración de políticas públicas y leyes hacia la igualdad de género, movimientos sindicales como ANAMURI, protagonizado por mujeres rurales han empoderado a la mujer de esta zona.

Si bien el cuarto plan nacional de igualdad entre mujeres y hombres ha caracterizado la situación actual de las mujeres rurales y muestra avances en el desarrollo de políticas públicas, y se ha planteado como objetivo el respeto y garantía de derechos civiles y políticos con especial atención a grupos específicos como las mujeres rurales, falta definir acciones específicas para el logro de estos objetivos. Tanto el movimiento feminista como el Estado deben mirar la singularidad del campo chileno.

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