Opinión

Reflexiones al cierre

Quiero pensar que lo que hemos vivido este 2021 nos permite recapacitar y comprometernos efectiva y afectivamente, con lo mejor de nuestras capacidades, en trabajar por un mundo de mayor justicia social, de equidad, democrático y en armonía con la Naturaleza.

Por: Diario Concepción 31 de Diciembre 2021
Fotografía: Mauricio Rondanelli

Dr. Mauricio J. Rondanelli Reyes
Programa de Estudios Europeos – Universidad de Concepción

Hasta el ritual más sencillo en estas festividades del término del año calendario trae consigo necesariamente una reflexión, de lo que fue y de lo que deseamos sea. Como Programa, estuvimos el año entero aportando desde nuestras especialidades, contribuyendo con la sapiencia, el apoyo de las fuentes bibliográficas, las normativas y el aporte personal que hilvana todo material comunicativo; hoy, en que me corresponde escribir cerrando el 2021, quiero aprovechar de hacer lo común de estos días, reflexionar y compartir con ustedes breves consideraciones que nacen de mi esperanza eterna de un mundo mejor.

Comenzaré, qué duda cabría, por el tema Covid que muy probablemente nos seguirá acompañando más allá de este próximo 2022, con sus múltiples versiones. La lección que nos deja es el de aprovechar al máximo todo momento y circunstancia; valorizar la vida, los afectos y el perdón. Liberarse de la carga que es lastre y aprender a ser feliz y agradecido simplemente por el hecho de existir. Desde nuestra madre Tierra, entender finalmente que éste es nuestro único lugar para poder vivir, que nuestro planeta no puede defenderse solo del vertiginoso provecho, uso y abuso que la humanidad saca de él; entender que es el resultado de nuestra propia acción lo que ha puesto al planeta en esta situación de cambio global que afecta tanto al clima como a los ecosistemas y que solo de nosotros depende el poder mitigar para mejor adaptarnos a estos cambios. Que los esfuerzos de la humanidad bien intencionada al respecto requieren sin cuestionamiento alguno del compromiso efectivo de los Estados, lo que es hoy la dura tarea que enfrentan las organizaciones internacionales para hacer frente a este cambio global y lograr acciones concretas de los países en pro de ello. El cambio climático no solo es aumento de temperaturas y desestabilización entre sequías e inundaciones, este cambio es también hambruna y migraciones humanas con sus dramáticas consecuencias respecto de los derechos humanos de hombres, mujeres e infancia; y es guerra, declarada y soterrada, por los recursos y sus hegemonías. Quiero pensar que lo que hemos vivido este 2021 en Chile y en el mundo nos permite recapacitar y comprometernos efectiva y afectivamente, con lo mejor de nuestras capacidades, en trabajar por un mundo de mayor justicia social, de equidad, democrático y en armonía con la Naturaleza.

En Memoria de mi padre, Carlos Guillermo Rondanelli G.

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