Opinión

Integración escolar: brechas que siguen dormidas

Cada vez vemos más colegios que cuentan con distintos sellos de sustentabilidad, entre otros, y quizá también podrían incluir uno de inclusión y atreverse a dar ese paso.

Por: Diario Concepción 19 de Octubre 2021
Fotografía: Cedida

Sofía Villavicencio
Directora ejecutiva de Fundación Luz.

Si hablamos de inclusión en el sistema educativo vemos como aún siguen existiendo grandes desigualdades y desafíos a lo largo de los años. El Programa de Integración Escolar (PIE), que tiene como objetivo contribuir a la inclusión en el sistema educacional mediante el aprendizaje de los alumnos que presentan Necesidades Educativas Especiales (NEE), tiene una larga data en el país, pues fue creado en los años 90. Si bien uno creería que en tres décadas se ha avanzado gracias a este sistema, lamentablemente seguimos siendo testigos de las brechas que continúan estando presentes en la educación de niños con discapacidad.

Hoy en día es posible evidenciar que las principales falencias tienen relación con la falta de planificación y con la capacitación del entorno educacional del alumno. Si bien es cierto, el objetivo del Estado es ampliar la cobertura de los PIE y valoramos que cada día más colegios tanto privados como públicos los están implementando, esto también debe ir acompañado de calidad y del cumplimiento de los estándares establecidos.

La calidad de un PIE depende en gran parte de poder contar con un equipo multidisciplinario capaz de atender la diversidad de alumnos con discapacidad y para contar con estos especialistas es fundamental que la subvención aumente. Hay una clara correlación: mientras la subvención para los PIE siga siendo insuficiente, la calidad de estos programas será deficiente. Con este panorama, el llamado es a que las escuelas especiales deban seguir existiendo, ya que cuentan con docentes y profesionales con experiencia en educación para estudiantes con NEE y la expertis en terapias para fomentar la autonomía y accesibilidad en niños en situación de discapacidad.

Quienes trabajamos con colegios especiales sabemos que es difícil seguir manteniendo un establecimiento de estas características, pues la subvención muchas veces no alcanza. y debemos salir a buscar recursos particulares. Ante esto, vemos nuevamente cómo el estado sigue descansando en la sociedad civil, porque a pesar de la implementación a nivel ministerial, debemos recurrir a donaciones particulares para entregar esta educación de calidad ya que los aportes no son suficientes.

Los colegios especiales son fundamentales y las familias así lo reconocen, pues el aprendizaje no solo gira en torno al infante sino que también al núcleo familiar, porque los ayuda a aceptar la discapacidad de sus hijos y a obtener mejores recursos extracurriculares para potenciar su desarrollo e inclusión. Por esto la importancia de que los colegios regulares cuenten con un equipo que pueda ayudar, capacitar y orientar a los profesores, ya sea a la hora de entregar los contenidos de una manera más accesible y adecuada, pero además que estos especialistas puedan permear al equipo directivo y administrativo, porque es fundamental que todo el colegio esté en sintonía con esta realidad.

Invito a los establecimientos a comenzar por dar pequeños pasos como capacitar a sus equipos con técnicas para la enseñanza de PcD. Actualmente existen instituciones, como Fundación Luz, que desarrollan capacitaciones, webinars y cursos gratuitos. Les puedo asegurar que los docentes lo agradecen y valoran, pues nosotros siempre vemos la voluntad y compromiso de su parte.

La sociedad y las generaciones están cambiando y tienen mucha más conciencia social. Sin ir más lejos, cada vez vemos más colegios que cuentan con distintos sellos de sustentabilidad, entre otros, y quizá también podrían incluir uno de inclusión y atreverse a dar ese paso, dejando de lado los mitos y temores que giran en torno a la discapacidad.

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