Opinión

¿Qué significa el Cambio Climático para Chile?

Por: Diario Concepción 26 de Septiembre 2021
Fotografía: Cedida.

La primera vez que escuché hablar de cambio climático fue en los años noventa, y me sorprendió que se hablara de ese concepto, pues siempre el clima ha cambiado. Alguna vez el planeta estuvo en gran parte cubierto de hielo durante las grandes glaciaciones, y para que este desapareciera, el planeta se tuvo que calentar en forma natural.

Entonces ¿qué hace este proceso diferente al que ocurriera hace millones de años?

La respuesta es la actividad humana y la emisión descontrolada de gases de efecto invernadero, producto de las fuentes energéticas que utilizamos desde la revolución industrial, que son fundamentalmente el petróleo y el carbón.

La quema de estos combustibles denominados fósiles, genera un aumento de las concentraciones en la atmósfera de gases, que impiden que el calor escape del planeta y causen lentamente un incremento de la temperatura promedio del planeta, en actuales 1,1 grados desde la era preindustrial.

Este calentamiento -debido a la actividad antropogénica- nos pone en el problema de la actual crisis climática, que se manifiesta de diferentes formas. Entre ellas, está el aumento de los incendios forestales, sequías e inundaciones históricas, olas de calor y huracanes de intensidades crecientes, además del repliegue de los glaciares y las reservas de agua, que hacen que el mar aumente su nivel. Todos ellos son factores que causan enormes costos económicos, sociales y ambientales.

La causa del calentamiento global se sabe desde hace más de un siglo, cuando en 1896 el científico sueco, Svante Arrhenius, descubrió el efecto del dióxido de carbono sobre la temperatura de la atmósfera. Este problema por supuesto que tiene una solución, que es reducir drásticamente las emisiones de gases, haciendo una rápida transición a las denominadas energías limpias como la solar, eólica, hidrógeno verde, mareomotriz, etcétera.

El tema es que, para no superar los 1,5 grados de temperatura acordados globalmente en 2015 en el Acuerdo de Paris, debemos reducir las emisiones globales un 45%, para el año 2030. Esto es quizá uno de los desafíos más grandes que enfrentamos como humanidad en la historia, si queremos conservar el planeta dentro de las condiciones que generaron la vida y ecosistemas, tal como los conocemos hoy.
Es por ello que el llamado de la ciencia, para hacer un cambio transformacional de los modelos de producción hacia las energías limpias, es urgente. Esto, porque allí reside la principal causa del problema. El tema está en que los mayores emisores globales son China, Estados Unidos, India, además de los países más industrializados y desarrollados del planeta, por lo que en gran parte la reducción de emisiones debe producirse en dichos países.

En ese contexto, Chile emite sólo el 0,23% de las emisiones totales de gases con efecto invernadero, por lo que la reducción de las emisiones en nuestro país tiene un efecto global, que en el fondo es marginal.

Sin embargo, ello es igualmente relevante, pues implica un proceso de cambio en la matriz energética, que va a tener impactos notables. En particular sobre la calidad del aire que respiramos en las ciudades y que hoy en día afecta a la mayor parte de la población chilena, causando un promedio de 4000 muertes prematuras al año.

El mayor desafío que tenemos como país es, entonces, la adaptación a ese cambio y una de las estrategias de adaptación más cercanas que tenemos es el conocimiento ecológico tradicional y ancestral. La restauración de ecosistemas proveedores de agua, se debe transformar en una prioridad.

Desde esa perspectiva, la actual crisis climática es una oportunidad para reconstruir nuestra relación con la naturaleza, entendiendo más profundamente su enorme valor, y creando las condiciones para hacer una transformación del sistema que nos llevó a esta crisis.
Porque no solamente debemos transformar la matriz energética, sino que también la producción de alimentos, la vida en las ciudades y el sistema de transporte. Cada uno de ellos, modelos altamente interdependientes y complejos. La gran alternativa que se propone tiene que ver con la sostenibilidad del desarrollo, que beneficie a todos, grandes y chicos. Esto último es el mayor desafío que tenemos por delante.

Ricardo Barra Ríos.
Director Centro de Ciencias Ambientales Eula -Chile, Facultad de Ciencias Ambientales, Universidad de Concepción.

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