Habiendo sido aprobado su tema de tesis, el alumno debe trasladarse directamente a la empresa o institución donde encontró el problema.
Eric Forcael Durán, Ph.D.
Director Interinstitucional
Doctorado en Ingeniería UFRO-UBB-UTAL
Con cierta frecuencia, se escucha a gente de la industria decir que los Doctores son más bien personas especialistas en escribir artículos científicos. Muy teóricos, y principalmente orientados a la investigación fundamental.
En estricto rigor, más allá de las excepciones que confirman la regla, la mirada de la industria parece ser correcta. Y es que los doctorados tienen como objetivo primordial, formar capital humano avanzado con capacidad para realizar investigación.
La pregunta es ¿qué tipo de investigación? ¿fundamental o aplicada? Ambas son necesarias; en el binomio I+D (Investigación y Desarrollo), sin Investigación fundamental no es posible ir al paso siguiente del Desarrollo.
El punto es que, tal vez, nuestro país ha puesto mayor foco en la investigación fundamental, y detrás de ese esfuerzo es que los doctorados en Chile son eminentemente académicos; no profesionalizantes, ni orientados a la industria.
Conscientes de esta realidad, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID, ex Conicyt), ha levantado concursos como el de Inserción de Doctores en el Sector Productivo. La Corfo, por su parte, a través del programa Ingeniería 2030, ha impulsado la creación de Doctorados orientados a la industria; uno de ellos el Doctorado en Ingeniería levantado por la MacroFacultad de Ingeniería, consorcio conformado por las Universidades de La Frontera, del Bío-Bío y de Talca, y que debutó en abril de este año.
Dicho Doctorado en Ingeniería tiene tres líneas de investigación: Sostenibilidad Energética para la Industria; Ingeniería de Datos y Modelamiento para el Sector Productivo y de Servicios y, finalmente; Manufactura Avanzada y Materiales.
El sello de este programa es la inserción de los alumnos en la industria, los que desde el primer semestre comienzan a interactuar con ella, a través de seminarios de vinculación y pasantías, donde los doctorandos conocen los “dolores” o problemas de las empresas visitadas. Luego, al final del año 2 del programa, los doctorandos formulan una propuesta de tesis doctoral, la que busca resolver uno de dichos “dolores”. El requisito es que se trate de un problema complejo, para cuya solución se requiera de capital humano avanzado; un doctorando de este programa.
Habiendo sido aprobado su tema de tesis, el alumno debe trasladarse directamente a la empresa o institución donde encontró el problema, pasando ahí sus siguientes dos años de doctorado, desarrollando su tesis doctoral como la solución al “dolor” antes dicho. ¡Toda una revolución a los programas de doctorado tradicionales, a los que estamos acostumbrados en Chile!