La Comisión Europea propone desarrollar un enfoque que coloque a las personas en el centro del desarrollo de la IA, es decir, crear una IA centrada en el ser humano, protegiendo sus derechos humanos.
Dr. Mario Torres Jarrín
Pontificia Universidad de Salamanca, España, colaborador del Programa de Estudios Europeos
El pasado 21 de abril de 2021, la Comisión Europea publicó una “Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establecen normas armonizadas sobre Inteligencia Artificial (IA)”, llamada también “Ley de Inteligencia Artificial”. Esta pionera ley europea, busca responder a las preocupaciones expresadas por el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo por la falta de regulación sobre la IA. La cual se posiciona como una de las más revolucionarias de nuestros tiempos, dado que su implementación genera grandes cambios en el conjunto de las sociedades.
El uso de la IA tiene efectos positivos y negativos. Su no regulación representaría toda una transgresión a varios de los derechos humanos y una alteración en el orden mundial. Hay que tener en cuenta que entre las más grandes empresas del sector de la IA encontramos las llamadas “BAT” (Baidu, Alibaba y Tencent) y “GAFAM” (Google, Amazon, Facebook, Apple & Microsoft), en principio las empresas del primer grupo son chinas y la del segundo son estadounidenses. Decimos en principio, porque estas empresas no tienen nacionalidad y sus operaciones exteriores cubren todo el orbe. Su poder económico y geopolítico están por encima de la mayoría de países. Son de facto, actores globales en los asuntos de la agenda internacional.
Entre los aspectos positivos podemos citar el último mayor descubrimiento científico publicado en la revista Nature, el 22 de julio de 2021, realizado por DeepMind y el Laboratorio Europeo de Biología Molecular, que indicaron que gracias a un sistema llamado “AlphaFold” se ha podido descifrar más 350.000 estructuras de proteínas, incluyendo 20.000 proteínas humanas y las de otros 20 organismos. Estos descubrimientos podrían ofrecer la solución a muchas enfermedades, desde el cáncer hasta el alzhéimer.
Entre los aspectos negativos están el reconocimiento facial o de voz, aunque inicialmente, podríamos decir que su uso puede servir como instrumento preventivo de delitos, también es verdad que un mal uso de estos pueden servir como armas de represión y persecución política por parte de regímenes autoritarios y dictatoriales.
La Comisión Europea propone desarrollar un enfoque que coloque a las personas en el centro del desarrollo de la IA, es decir, crear una IA centrada en el ser humano, protegiendo sus Derechos Humanos.