No sólo existe un gastadero impresionante en asuntos que nadie lee, sino que se duplican los gastos porque el parecer los funcionarios y los sistemas no hablan entre sí, duplicando compras
Jorge Condeza
Ingeniero Comercial
Hace unas semanas comenté de estudios financiados por el Gore que involucraban miles de millones. Algunos un real aporte a la Región, pero otros un desperdicio masivo de recursos, incluyendo pagos en publicidad, gastos generales o administrativos, muchos de ellos inventados.
Realizando una revisión más exhaustiva se pueden encontrar proyectos que supuestamente deberían encadenarse o algunos derechamente duplicados.
Por ejemplo, el año 2016 se giró una orden de compra a la UBB por 73 millones de pesos para el “Diseño y Construcción de la Política Regional de Fomento Productivo 2017-2022”. El informe se entregó en enero del 2018 y se asume está en ejecución.
Paralelamente el Gore encargó a Desarrolla Biobío, una Corporación dependiente del Intendente, el “diagnóstico para la gestión del conocimiento del ecosistema de fomento productivo e Innovación”. Para ello dispuso de 190 millones que se entregaron entre el 2017 y 2018. El Informe se despachó a comienzos del 2020 con una gran demora y 60 millones de gasto administrativo para generar las bases de la licitación del estudio (…)
Las dudas son evidentes. ¿Por qué en un caso el Gore actúa como mandante y en el otro su Corporación de derecho privado? Y ¿Quién necesita dos informes de lo mismo, sabiendo, además, que el diagnostico partió después que se había definido la Política y sus estrategias?
Otro caso pintoresco y más reciente es lo contratado a fines del 2020 de un “Estudio para la preparación del traspaso de administración e instalación de los gobernadores regionales por la entrada en vigencia de las leyes 21.073 y 21074”. Por 17 millones de pesos hubo 5 informes que contaron la historia de la regionalización, que avances había respecto a la elección de gobernadores, sus funciones y en definitiva un resumen bien ordenado de las leyes que todos conocen. Trato directo ya que esa empresa era la única capaz de entregar ese servicio.
En paralelo, la Subdere (dependiente del Interior igual que los Intendentes), aun no conozco a que costo, había encargado a la Universidad del Desarrollo el informe Orientaciones para Gobiernos Regionales y que tiene toda la información necesaria para entender el proceso. Con eso bastaba y sobraba.
Pero bueno, el informe local trae asuntos de real peso, como por ejemplo un capítulo especial proponiendo destacar el Legado de los Intendentes a través de diversos hitos, como nombrar el actual edificio de la gobernación provincial como “Edificio de los Intendentes”; adquirir un libro denominado “Intendentes de la Región del Biobío y su legado”; o gestionar con los alcaldes de Concepción, Los Ángeles y Lebu que se nombre una avenida importante de la ciudad como “Avenida de los Intendentes”. Todo matizado con múltiples acciones comunicacionales. No sé en qué estado estarán estas importantes gestiones.
No sólo existe un gastadero impresionante en asuntos que nadie lee, sino que se duplican los gastos porque el parecer los funcionarios y los sistemas no hablan entre sí, duplicando compras, pagando más caro por algo que otras reparticiones compran más barato y un largo etc.
¿Agotador cierto? ¿Qué piensa usted?