Opinión

Retorno a clases, teletrabajo y hacinamiento

Por: Diario Concepción 22 de Marzo 2021
Fotografía: Paulo San Martín Cuevas

Comienza un nuevo año académico y va desapareciendo la sensación de “libertad” en nuestros entornos sociales, se escabullen los permisos de vacaciones (a quienes pueden) y nos encontramos de golpe nuevamente con el retorno a clases, crisis laboral y específicamente en nuestro Distrito 20, cuarentena y la obligación de quedarse en casa ante una segunda ola incipiente de la Covid-19.

El llamado general ha sido a “quedarse en casa” y así evitar que la infección se siga expandiendo nuevamente. Pero ¿qué pasa cuando “quedarse en casa” significa seguridad y tranquilidad sólo para una parte de la población? ¿Qué pasa cuando hay más 10 personas, por ejemplo, viviendo bajo mismo techo? ¿Qué pasa con campamentos que ni siquiera tienen agua potable? Hay familias que no tienen condiciones térmicas o sanitarias adecuadas para pasar un invierno normal sin enfermarse (y mucho más considerando que en nuestras ciudades el invierno golpea fuerte).

Las cifras actuales revelan un panorama desalentador donde la casa propia sigue siendo inaccesible para miles de familias alrededor de nuestro país. De acuerdo con el Censo de 2017, Chile tiene un déficit habitacional de más de 390 mil viviendas, además de un 7,3% de hacinamiento a nivel nacional. A estos antecedentes se suma el incremento de un 22% en la creación de nuevos campamentos en comparación al 2011, contabilizando al 2020 un total de 47.960 hogares viviendo en asentamientos precarios.

La brecha educacional entre estudiantes en entornos cómodos y seguros es gigantesca, la ONG Education 2020 indica que “un 44 % de los escolares chilenos siente que ha aprendido poco o nada durante la pandemia, tan sólo en 30 comunas del país, más de 41.000 estudiantes no han tenido la participación esperada por sus escuelas”.

Entonces, el “retorno a clases” telemáticas, el retorno al teletrabajo en espacios sin capacidad de permitir que se lleve de forma plena nos golpea nuevamente en la cara demostrando que la brecha habitacional es el punto de partida para la segregación, falta de oportunidades y hace visible lo distinto que puede ser el “quedarse en casa” ya que para unos es un placer y para otros un dolor que se cala hondo cada día más.

El llamado es a ser responsables con nuestros entornos y aprender que la empatía es la más grande herramienta para este proceso, entender al otro desde sus necesidades para un diagnóstico certero a la hora de iniciar procesos nuevos.

Paulo San Martín Cuevas
Arquitecto y candidato Constituyente Distrito 20.

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