Somos muchos también los que conociendo el problema “nos hacemos los lesos”, y en nuestra apatía podemos convertirnos en cómplices o incluso responsables del problema.
Dr. Rodrigo Herrera Camus
Astrónomo UdeC
Coordinador General “Planifica tu Eclipse”
Es impresionante que hoy, como habitantes de un pequeño planeta en este inmenso Universo, seamos capaces de conocer su composición con una precisión mejor al 1%. Tres son los ingredientes principales: la energía oscura (72%), la materia oscura (24%) y la materia bariónica (4%). De esta última están hechas las estrellas, nuestras neuronas y, en realidad, todo lo que podemos ver a nuestro alrededor. Conocer con precisión el contenido del Universo nos pone en contexto, nos eleva al mismo tiempo que nos aterriza. Es cosa de pensar que el 96% del Universo tiene por apellido “oscuro”, y esto porque si bien sabemos que existe, aún somos ignorantes de su verdadera naturaleza.
Es raro decirlo, pero conocemos mejor la cantidad de materia en el Universo que el número de habitantes en Chile. Esto principalmente por las graves falencias del último censo. Pero a pesar de esto, si profundizamos en las cifras de educación, justicia, vivienda, salud, o pensiones, por decir algunas, es imposible emerger de esto sin la sensación que necesitamos un cambio urgente y profundo. Por ejemplo, ¿sabía usted que de acuerdo a datos del Ministerio de Salud más de 25 mil personas fallecieron mientras permanecían en lista de espera el 2018?, ¿o que de acuerdo a la prueba PISA la mitad de los estudiantes chilenos de 15 años no tienen las competencias mínimas para desenvolverse exitosamente en el siglo XXI?
Partiendo de la base que cada uno de nosotros puede aportar para construir un Chile más justo y próspero, veo en la ignorancia de nuestra realidad un gran obstáculo. En este sentido, es imposible no recordar las palabras del exministro Mañalich respecto a la deficiente respuesta del gobierno ante la pandemia: “en un sector de Santiago hay un nivel de pobreza y hacinamiento, perdón que lo diga así, del cual yo no tenía conciencia de la magnitud que tenía. Esa es la verdad”. Como el exministro, somos muchos los que ignoramos la realidad de Chile en muchas áreas, y esto nos impide preguntarnos cómo podemos usar nuestras capacidades y recursos, por humildes que sean, para producir un cambio. Peor aún, somos muchos también los que conociendo el problema “nos hacemos los lesos”, y en nuestra apatía podemos convertirnos en cómplices o incluso responsables del problema.
La acción individual nos puede ayudar a avanzar una parte del camino, pero para llegar a la meta, o al menos lo más cerca posible, necesitamos cambios a nivel país. El plebiscito de este 25 de octubre representa una gran oportunidad, la de comenzar a definir en qué país queremos vivir por las próximas décadas. Las cifras oficiales y la voz de cientos de miles de chilenos que han salido a la calle de forma pacífica se escuchan fuerte. Las cifras del Universo y su enigmática energía y materia oscura nos llaman a explorar y buscar respuestas. Las cifras de desigualdad e injusticia en Chile nos llaman a actuar y votar en consecuencia.