A cada minuto acopiamos en nuestros sistemas informáticos un cúmulo de datos que nos permiten seguir entregando un mucho mejor servicio para el país.
José Ignacio Palma Sotomayor
Director de Aduanas
La pandemia provocada por el Covid-19 ha abierto una gran cantidad de oportunidades y desafíos para el Servicio Nacional de Aduanas y las Aduanas de todo el mundo. Afortunadamente, nuestra institución venía desarrollando hace varios años un proceso de modernización y profesionalización que desde un principio había considerado, dentro de sus diversos ejes claves, la digitalización de trámites y las comunicaciones electrónicas para hacer mucha más expedita la experiencia de los usuarios y nuestros funcionarios al cumplir con su trabajo.
Y durante el último trimestre del 2019 dimos un nuevo gran paso en esta dirección cuando presentamos la Planificación Estratégica 2019-2024, que junto con mantener algunos aspectos prioritarios de la gestión agregó un objetivo estratégico que es muy relevante en el contexto actual y, por supuesto, de ahora en adelante: la Seguridad y Gestión de Datos.
Por la naturaleza propia del rol que desempeñan nuestros funcionarios en todo Chile para controlar, fiscalizar, asegurar el comercio exterior y proteger las fronteras, a cada minuto acopiamos en nuestros sistemas informáticos un cúmulo de datos que, si son debidamente sistematizados, gestionados, depurados y analizados cuantitativa y cualitativamente, nos permiten seguir entregando un mucho mejor servicio para el país.
Esta es la forma en que estamos aplicando inteligencia de datos –con el uso de software especializados, convenios de intercambio de información en línea con otras instituciones y capacitación de nuestros funcionarios-, para propender a una fiscalización predictiva, generar líneas de base que aporten al cumplimiento voluntario de nuestros usuarios y respaldar la toma de decisiones estratégicas y a todo nivel.
Así avanzamos con decisión en competitividad, seguridad, comercio electrónico, protección social y recaudación, adecuando los procesos y operaciones de Aduanas para hacerlos cada vez más eficientes y, de esta forma, garantizar la fiscalización y también la facilitación del comercio, especialmente en estos tiempos de contingencia que requieren mantener operativa la cadena logística y de abastecimiento.