Opinión

Lo que la Covid-19 se llevó…

Fuera de estos proyectos, hay otros que han seguido la misma suerte, como la reforma al proceso civil, la ley de adopción, la justicia vecinal, las reformas en materia de discapacidad, entre otras, las que esperamos se retomen prontamente, para que contribuyan a la búsqueda de una mayor igualdad y no discriminación entre las ciudadanas y ciudadanos de nuestro país.

Por: Diario Concepción 25 de Julio 2020
Fotografía: Cedida

Manuel Barría Paredes
Profesor de Derecho Civil
Universidad de Concepción

Desde que se confirmó en Chile el primer caso de Covid-19, las prioridades legislativas de nuestro país (y con toda justificación) han avanzado en temas de salud pública, laborales, económicas y de seguridad social, entre otras. Ello ha hecho olvidar algunas materias, que se habían traducido en algunos proyectos de ley presentados al Congreso y que antes de esta pandemia, el gobierno, la oposición y la ciudadanía habían puesto como aspectos prioritarios en el desarrollo de nuestro país.

Así, la Covid-19 se llevó el proyecto de ley que modifica el régimen de sociedad conyugal. El 8 de marzo, el Presidente Piñera, durante la conmemoración del día internacional de la mujer indicó que “Pondremos urgencia en el proyecto que termina con las discriminaciones que aún existen entre hombres y mujeres en la administración de la sociedad conyugal, estableciendo plena igualdad”. Dicha urgencia no ha sido impuesta, no obstante la importancia de realizar reformas sustanciales a este régimen matrimonial. Hoy día, la administración de la sociedad conyugal pertenece al marido, quien no sólo administra los bienes sociales, sino que también administra los llamados “bienes propios de la mujer”, lo que en la práctica implica una incapacidad de hecho de la mujer casada en este régimen matrimonial. Lo que buscaba este proyecto, entonces, era terminar con esta evidente discriminación, mediante dos importantes modificaciones: en primer lugar, dar la opción para una administración conjunta o de cualquiera de los cónyuges respecto de los bienes sociales; y en segundo lugar, dar a la mujer libertad para administrar sus propios bienes. Con esas dos simples, pero sustanciales modificaciones, se avanzaría en evitar discriminaciones en razón de un régimen matrimonial, entre hombres y mujeres.

La Covid-19, también, se llevó el proyecto que modifica el sistema notarial y registral en nuestro país. Este proyecto tenía dentro de sus principales innovaciones modificar el sistema de nombramiento de Notarios y Conservadores de Bienes Raíces, sustentado en el mérito, publicidad y transparencia del proceso; la creación de un nuevo ministro de fe, llamado “Federatario”, que realizaría funciones relativas a la certificación de hechos que no requieren ser incorporados en un registro público; la realización de una modernización digital en Notarías y Registros Conservadores de Bienes Raíces; el paso de un sistema de folio personal a folio real y, finalmente, “desnotarizar”, lo que implicaría que muchos trámites que se realizan ante Notario, ahora sean realizados por otros servicios públicos, lo que se traduciría en una disminución de tiempo y gasto de los usuarios. Esta idea descansa en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado desde marzo de este año.

Fuera de estos proyectos, hay otros que han seguido la misma suerte, como la reforma al proceso civil, la ley de adopción, la justicia vecinal, las reformas en materia de discapacidad, entre otras, las que esperamos se retomen prontamente, para que contribuyan a la búsqueda de una mayor igualdad y no discriminación entre las ciudadanas y ciudadanos de nuestro país.

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