Opinión

¿Proyectos inmobiliarios en un Santuario de la Naturaleza?

Por: Ángel Rogel 22 de Junio 2020
Fotografía: Mauricio Aguayo y Ricardo Barra

Mauricio Aguayo
Vicedecano Facultad de Ciencias Ambientales Universidad de Concepción

Ricardo Barra
Director Centro Eula Universidad de Concepción

En una declaración reciente a este diario, una concejala de Hualpén señaló en relación al Santuario de la Naturaleza, que “un estudio de Eula dice que se pueden construir mil viviendas aproximadamente, en dicha área de protección natural”.
Queremos profundizar en este aspecto, por cuanto aparentemente no se está considerando en forma adecuada las conclusiones de un estudio realizado por nosotros el año 2016.

Lamentablemente, el anteproyecto del Plan Regulador de la Comuna de Hualpén (Prch) propone condiciones de subdivisión y edificación al interior del Santuario que, a todas luces, es incompatible con los objetivos de conservación del patrimonio natural y cultural propia de un Área Protegida.

Un Área Protegida es un área definida geográficamente designada, regulada y administrada para fines de conservación del patrimonio natural y/o cultural. Los Santuarios de la Naturaleza deben constituirse, a través de su plan de manejo y mecanismo de gobernanza, en modelos de gestión sustentables del territorio.

El Santuario de la Naturaleza de la Península Hualpén es un Área Protegida creada el año 1976 por el Ministerio de Educación, a través de la Ley de Monumentos Nacionales. Comprende una superficie de 2.662 hectáreas.

El objetivo fundamental de esta Área Protegida es resguardar un patrimonio natural y cultural único de nuestra región y del país. El patrimonio natural se encuentra representado por el bosque nativo, los ambientes marino-costeros, el sistema fluvial del río Bío Bío y el humedal de Lenga. Por su parte, el patrimonio cultural está representado por vestigios arqueológicos, elementos históricos y formas de vida tradicionales.

La falta de conocimiento y conciencia de parte de la comunidad y sus autoridades, respecto a las implicancias que tiene la península de Hualpén desde el año 1976 y, en consecuencia de sus valores de conservación, son factores que han determinado su evidente estado de degradación.

Actualmente, el Santuario no posee un modelo de gobernanza (entendida como los mecanismos, procesos y reglas a través de los cuales se debe gestionar el Santuario), por lo que no tiene un organismo que administre y garantice el cumplimiento del objetivo de protección. Esta situación implica que la figura de protección no ha sido efectiva, generándose una serie de impactos negativos y deterioro gradual de su patrimonio natural y cultural.

Paralelamente, dada su localización en uno de los contextos urbano/industriales más importantes del país, el Santuario está expuesto a altos niveles de riesgo ambientales. En efecto, las principales amenazas que afectan a este territorio son la presión inmobiliaria, instalación de proyectos industriales, micro-basurales, contaminación, corta ilegal de vegetación nativa, extracción no controlada de recursos naturales, uso no regulado del territorio y la degradación de su patrimonio cultural, entre otras.

Para detener el deterioro del patrimonio natural y cultural de la península, será necesario controlar y/o eliminar las causas de presión con miras a generar un cambio en la actual trayectoria de uso del territorio. En este sentido, es fundamental oficializar e implementar el Plan de Manejo elaborado por el Centro Eula.

En síntesis, con la actual propuesta del Prch una extensa área del Santuario de la Naturaleza perdería su carácter natural, transformándose en un área de extensión urbana, la cual no contribuye a la conservación, rehabilitación y restauración de las funciones ecológicas y servicios ecosistémicos que provee está Área Protegida a la comunidad local y regional.

Se advierte también que la actual propuesta del Plan Regulador comunal sienta las bases para una futura urbanización del Santuario de la Naturaleza, decisión altamente conflictiva y contradictoria, dado el carácter de Área Protegida del Santuario.

Por todo ello, invitamos a las autoridades regionales y locales a que revalúen este instrumento de planificación territorial y tomen las medidas pertinentes para garantizar los objetivos de conservación del Santuario de la Naturaleza.

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