Fue escaso el número de empresarios norteamericanos que se instalaron en Concepción, siendo Grace y Wessel, las que trajeron mayor capital a Chile, cifra que hacia 1927, superaba los 5 millones de dólares o su equivalente en más de un millón de Libras Esterlinas de las época.
Alejandro Mihovilovich Gratz
Profesor de Historia y Geografía
Investigador del Archivo Histórico de Concepción
Si bien encontramos que desde finales del siglo XVIII y durante todo el siglo XIX, la presencia en la bahía de Concepción de balleneros norteamericanos que recorrían nuestras costas, para capturar y faenar ballenas, lobos y otras especies, para la extracción de aceites, grasa y la esperma de estos cetáceos, que se usaba para el alumbrado de la época y que junto con las barbas de ballena tenían grandes aplicaciones; como, a su vez, el cuero del lobo de dos pelos, comerciables todos estos productos en los mercados de EE.UU., (leer “Mocha Dick” de Armando Cartes Montory o el libro de Eugenio Pereira Salas “Buques norteamericanos en el Chile a fines de la era colonial 1788 – 1810”), donde se relatan las odiseas de familias de navegantes norteamericanos como los Kendrick, Amasa, Délano, Edmundo Fannig y otros navegantes que recorren las costas sudamericanas y que pernoctan para abastecerse en los puertos chilenos de Coquimbo, Valparaíso y en la mejor bahía de la Américas, como lo es la de Concepción.
Pero para referirnos a empresarios y sociedades norteamericanas instaladas en Concepción, debemos remontar nuestro relato a la segunda mitad del siglo XIX, con la instalación de casas comerciales americanas, como Grace y Cía., y las no menos importantes Wessel, Duval y Cía., firmas instaladas en Valparaíso, que se extienden con sucursales a Concepción para atender la vasta zona que va desde Talca a Cautín, con la venta de maquinaria agrícola, productos de acero, ferretería y abarrotes. Otro rubro de estas empresas, fue la compra y exportación de trigo embarcado por el puerto de Talcahuano, hacia Norteamérica y otras regiones. Si bien no tuvieron molinos en la zona, si instalaron en Chiguayante, una fábrica textil de tejidos de algodón.
Si bien los capitales americanos con casas comerciales instaladas en EE.UU., sus principales inversiones las desarrollaron en la zona norte de nuestro país, en empresas mineras para la extracción y explotación de cobre, salitre y guano. No obstante, estas firmas instalan sucursales, en Concepción, (la “West India Oil Co.” la que fue más tarde la “Esso Standard Oil Co., que abastecía con sus productos desde Talca a Puerto Montt, establecida desde un comienzo en los puertos de Talcahuano y San Vicente. Otra empresa fue “The Chile Telephone Co.” que en la década de 1930, se transformó en lo que conocimos como la Compañía de Teléfonos de Chile. Otra empresa, como la “The Anglo Mexican Petroleum com.”, instalada en Concepción para la importación de petróleos y lubricantes. Fue una empresa que se transformó en lo que conocimos bajo el nombre de Shell Mex Chile Ltda.
Fue escaso el número de empresarios norteamericanos que se instalaron en Concepción, siendo Grace y Wessel, las que trajeron mayor capital a Chile, cifra que hacia 1927, superaba los 5 millones de dólares o su equivalente en más de un millón de Libras Esterlinas de las época.
Pese a todo lo expuesto, el mayor desarrollo industrial norteamericano, se ejecutó en las costas del pacífico sur y corresponde a balleneros norteamericanos, dedicados a la caza de ballenas y lobos para comerciar sus productos en China, ya a partir de 1791, además de las ganancias que obtenían, se beneficiaban con el contrabando y la introducción, en estas colonias españolas, de armamentos y otros productos prohibidos, delitos que en variadas ocasiones, terminaron en decomiso y remate de las embarcaciones retenidas. Léase el detallado estudio de los historiadores Eugenio Pereira Salas y Armando Cartes Montory, ya citados, y que se pueden obtener de la página del Archivo Histórico de la Biblioteca Municipal de Concepción.