El Hospital es la última línea; la primera es el ciudadano, que debe cuidarse y entender que es responsable de su salud y la de su entorno.
Carlos Capurro Duprè
Director Hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción
Desde los orígenes de la patria hemos enfrentado los más grandes desafíos; en todos, el Hospital Regional tuvo un rol fundamental y la capacidad de coordinar y abordar crisis va en nuestro ADN. Siempre estamos listos.
Desde febrero nos preparamos para la irrupción de la Covid-19 en la Región del Bío Bío. Sabíamos que nuestro foco serían los pacientes complejos, que requieran UCI y ventilación mecánica. Iniciamos catastro de equipos y personal capacitado, disponibilidad de insumos y el convertir y adaptar recursos para responder a esta demanda.
Somos uno de los centros de salud pública mejor equipados del país, con 60 ventiladores mecánicos fijos y 12 portátiles, que pueden ser utilizados de forma segura. La mayor riqueza es el recurso humano altamente capacitado. Contamos con 44 médicos ucistas y 46 anestesistas, que pueden ser requeridos en el delicado proceso de la ventilación mecánica.
Nuestro balance es positivo. 16 pacientes es el número mayor tratado en UCI simultáneamente por el coronavirus y hoy es un tercio de eso. Tampoco es significativa la cantidad de pacientes Covid en las salas que dispuso el Hospital Traumatológico, pero esto es transitorio, pues la demanda puede aumentar.
Si la pandemia sigue benévola con Concepción, nuestras Ucis podrían recibir pacientes de Santiago, o trasladarse a la Región Metropolitana ventiladores y equipo humano. Estamos dispuestos, como lo hemos estado con los pacientes que llegaron de Ñuble y La Araucanía. La salud es una sola y el objetivo para todos es idéntico: salvar vidas y, para quienes lo plantean como una guerra, ganarle la batalla al virus.
El Hospital es la última línea; la primera es el ciudadano, que debe cuidarse y entender que es responsable de su salud y la de su entorno. La última instancia es el Hospital y la UCI; no hay más.
En esta pandemia nos reencontramos con el respeto y la colaboración entre ciudadanos e instituciones. Como hospital, recibimos esa energía. Revivimos así el orgullo del servicio público, fortalecimos nuestra identidad; comprobamos que podemos adaptarnos y encontrar soluciones: teleconsulta, telemedicina, entrega de medicamentos a domicilio, teletrabajo, todas eficientes y con menor riesgo.
Estamos cumpliendo el rol que nos corresponde: liderar la atención de salud, atender a enfermos y responder con los recursos disponibles, y el compromiso que nos caracteriza.
La pandemia nos hará crecer y será un beneficio para todos en el futuro. Pero antes hay que abordar el ahora, cada uno desde su línea, con la colaboración de todos, aunando criterios y esfuerzos, porque el objetivo es uno sólo.