Opinión

Europa y su lucha por combatir las noticias falsas o “fake news”

La difusión de datos, informes o noticias erróneas o falaces forman parte de lo que la OMS ha llamado “infodemia”.

Por: Diario Concepción 09 de Mayo 2020
Fotografía: Paula Cortes

Paula Cortés
Integrante del Programa de Estudios Europeos

En un mundo globalizado e interconectado, la difusión de noticias falsas es una de las amenazas clave para la democracia. Hoy, en medio de una pandemia mundial, las “fake news”, incluso, suponen un riesgo para la salud de la población.

A diario, en nuestras redes sociales nos topamos con “noticias” de dudosa fiabilidad. Que la Covid-19 es un virus creado en un laboratorio chino, que las gárgaras de sal ayudan a prevenir su contagio o, incluso, que las redes 5G facilitan su propagación, son sólo algunas de las mentiras que circulan por la red. A estas alturas, la desinformación ha resultado ser más contagiosa que el virus mismo.

La difusión de datos, informes o noticias erróneas o falaces forman parte de lo que la OMS ha llamado “infodemia”, es decir, la sobreabundancia informativa falsa y a su rápida propagación entre las personas y medios.

¿Debe ser esto un tema de preocupación para los gobiernos e instituciones? Por supuesto que sí. En Europa y, especialmente, en la Unión Europea, se ha venido trabajando este problema desde al año 2015. La iniciativa “EUvsdisinfo” (un proyecto del Servicio Europeo de Acción Exterior que fue creado en un principio para dar respuesta a las campañas de desinformación que llegaban desde Rusia), tiene como objetivo concienciar a la sociedad y ayudar a los ciudadanos a entender, reconocer y saber reaccionar ante campañas de desinformación para no caer en la manipulación.

Desde el año 2018, la Comisión Europea lanzó su plan de acción contra la desinformación. Entre las medidas que se adoptaron en esa oportunidad estaba el obligar a las grandes plataformas de Internet (Facebook, Google, YouTube y Twitter) a informar mensualmente a las autoridades en Bruselas sobre el resultado de su combate contra las noticias falsas y, en particular, sobre las cuentas falsas clausuradas, el rastreo de bots y sobre su colaboración con verificadores externos de datos y contenidos. Estas empresas se sometieron voluntariamente al Código de Buenas Prácticas sobre Desinformación propuesto por la Comisión, primer instrumento de este tipo en el mundo.

¿Ha ganado Europa la batalla a las noticias falsas? De ninguna manera, pero, sin duda, sus acciones les han dificultado el camino, educando a sus ciudadanos sobre el tema y obligando a las más importantes compañías digitales a dar cuenta de sus acciones.

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