Opinión

Medidas económicas para una pandemia

Las autoridades del país y la Región deben ser capaces de anticipar una serie de medidas que mitiguen los efectos negativos.

Por: Diario Concepción 24 de Marzo 2020
Fotografía: Renato Segura

Renato Segura
CerRegional

Es difícil abstraerse del ambiente apocalíptico que ha generado el brote de coronavirus (COVID-19). La declaración de la Organización Mundial de la Salud, en la cual decreta el estado de pandemia para su propagación, ha significado un nuevo golpe en los mercados bursátiles. Entre el 10 de febrero de 2020 y el 11 de marzo de 2020, el IPSA en Chile se desplomó en -14%. En igual período de tiempo, el Down Jones de USA cayó en -19,5%; el Ibex 35 de España lo hizo en -23,5%; el Nikkei de Japón en -18%, cifras terroríficas que nos hace recordar los devastadores efectos que enfrentó la humanidad en la gran recesión de 2008.

En Chile, hasta ayer se han confirmado más de 700 casos. ¿Cuál es la principal amenaza a la economía regional que provoca el avance del virus?

La primera se relaciona con la rentabilidad de los fondos de pensiones. El mayor riesgo lo asumen quienes están próximos a jubilar. En este sentido, es importante que la política pública busque instrumentos para que dicho efecto, cause el menos daño posible.

El sector exportador es otro en riesgo. Es muy probable que la menor actividad económica genere una fuerte acumulación de inventarios de materias primas asociado a la contracción en la demanda mundial, con efectos negativos en los precios. Este fenómeno puede generar una disminución de la fuerza laboral, y las autoridades regionales deben reunirse con el sector exportador y el Ministerio de Hacienda, para buscar mecanismos tributarios que atenúen los efectos negativos en el empleo.

El tercer elemento afecta el poder adquisitivo de los hogares. El aumento del tipo de cambio y de los costos medios de producción (generado por la menor escala de producción) tienen la capacidad de generar presión inflacionaria. La inflación es un impuesto regresivo que afecta a los más pobres, y eso se puede mitigar con una política social que considere un plan de transferencias a los hogares de los percentiles de menores ingresos.

En resumen, las autoridades del país y la Región no solo deben procurar acciones de contención y manejo de la enfermedad, también deben ser capaces de anticipar una serie de medidas económicas que mitiguen los efectos negativos que dicha enfermedad puede generar en el empleo y la pobreza.

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