Opinión

Voto obligatorio: ¡Ya!

Por: Diario Concepción 11 de Febrero 2020
Fotografía: Cedida

Felipe Vergara
Doctor en Comunicación
Académico Unab

Uno de los principales problemas que como sociedad vivimos, es la falta de representatividad de nuestras autoridades y esa es una consecuencia directa del voto voluntario en Chile. Hoy la ciudadanía se manifiesta por redes sociales o marchando, pero no sufragando. Reponer el voto obligatorio con inscripción automática, podría lograr una mayor participación ciudadana en las definiciones país, complementando así, las opiniones que se transmiten en las redes; pero no basta con reponer el sufragio universal obligatorio.

Una medida como ésta, para que sea exitosa, debe al menos aclarar el por qué y el cómo se va a implementar: ¿Por qué? porque si no nuestra participación será reducida a la más mínima expresión y representación; y ¿cómo? buscando mecanismos que faciliten el voto, ya sea por medio de tecnología y de otros mecanismos como el voto empadronado, anticipado, más lugares para sufragar, etc.

Todo ello confirma lo primordial de avanzar en el voto obligatorio ya. No es posible que el Gobierno no lo considere relevante, con el ejemplo del propio Presidente Piñera, que fue electo con sólo el 27% del padrón de votantes ( fiel reflejo de ese 6% que hoy lo apoya).

Obviar, por parte de La Moneda, la urgencia para reformar la ley para hacer exigible el voto obligatorio con inscripción automática, sólo busca una ventaja pequeña en futuros procesos electorales. Cuando el ministro de la Segpres, Felipe Ward, frena esta iniciativa y argumenta que “no es el momento”, sólo confirma que el Gobierno sigue interesado en ese 40% que vota; dándole, una vez más la espalda a la ciudadanía.

La miopía política transversal es una de las principales responsables de la crisis social del 18-0, seguir jugando al límite, sólo puede traer mayores y profundas diferencias entre las élites políticas y los ciudadanos; cuando la calle dice que “Chile Despertó” es porque aquellas malas prácticas arraigadas en la clase política dejaron de ser una la estrategia de cohesión social.

Si la política es “el arte de lo posible”, entonces, estas reformas sí son factibles y sólo requieren de una voluntad política. Que el gobierno no olvide que varias de las demandas sociales no son más que una reacción al portazo dado por La Moneda a las propuestas de reformas constitucional, previsional, de salud, laboral y tributaria, planteadas en el gobierno anterior.

Bloquear una iniciativa como el voto obligatorio con inscripción automática, podría ser un nuevo disparo en los pies del Presidente Piñera, renegando una vez más, de su hipotético sinceramiento de haber escuchado la voz ciudadana.

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