Opinión

Equidad en la formación técnica universitaria

Por: Erasmo Tauran 07 de Noviembre 2019
Fotografía: Sergio Hernández

Equidad es la gran demanda de nuestro país en estos días, equidad en el acceso a los derechos sociales básicos, vivienda, salud, jubilación y educación.

En una sociedad compleja y tecnologizada como la nuestra, donde la capacitación técnica aparece como requisito indispensable para acceder a puestos de trabajo que conduzcan a la satisfacción de las necesidades cada vez más apremiantes, es expresión concreta de la equidad el otorgar acceso universal a la educación superior.

¿Estamos hoy garantizando este acceso universal simplemente por la vía de otorgar los beneficios de gratuidad? ¿Puede un estudiante formado en un liceo municipal llegar a ser ingeniero simplemente porque la carrera se le ofrece de forma gratuita?

Es evidentemente que la respuesta es no, pues carece de la formación de base que le permitiría acceder y mantenerse dentro de dicha carrera.

La formación técnica constituye un peldaño base de gran valor pues permite homologar competencias de entrada, para que el estudiante pueda, posteriormente, acceder a niveles superiores en su formación.

La Universidad Técnica Federico Santa María, en su rol de universidad pública no estatal, recibe en sus aulas a estudiantes que provienen principalmente de liceos municipales, que son primera generación de su grupo familiar que accede a la educación superior, y que optan por las carreras técnicas que esta ofrece, pues es lo que le permite la base de formación académica con la que cuentan, sin la barrera de la PSU.

¿A qué obedece esto?

El exitoso hombre de negocios, gran filántropo, y fundador de la institución de educación superior que lleva su nombre – Federico Santa María Carrera- expresó en su voluntad testamentaria aquello que está grabado en todas las sedes de la Universidad, y que se constituye en piedra angular de la misión y visión institucional: “Poner al alcance del desvalido meritorio llegar al más alto grado del saber humano”.

Es así como la USM aporta a la equidad, en su ámbito de competencia, recibiendo a aquellos estudiantes que más se ven afectados por un sistema que segrega y aumenta la brecha entre quienes tienen acceso a la educación de calidad y quienes no lo tienen, tendiendo un puente que permite a estos, iniciar su carrera desde el peldaño de la formación técnica, para desde allí seguir escalando académicamente, dentro de la misma institución y sin requisitos de ingreso, a la formación profesional y, si sus capacidades se lo permiten, continuar ascendiendo en la escala académica hasta llegar a los grados superiores del saber.

Sergio Hernández A.
Docente USM

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