Opinión

Al ojo de los padres se crían los niños

Por: En el Tintero 22 de Agosto 2019

Es verdad que preferiríamos vivir en un mundo donde la gente buena fuera tanta, que la mala gente ocupara un parte tan insignificante de la población, que, para efectos prácticos, resultara ser excepcional. Progresivamente, es cada vez menos de esa manera, parece ser que la maldad aumenta, que la delincuencia es más común, que hay más gente mala. Puede ser que sea un efecto de los medios, que exponen más masivamente los hechos que antes permanecían ocultos.

Hay diferentes magnitudes de maldad, sería normal que en un mundo convulso y desorientado aumentara la maldad corriente, la de siempre. Lo intolerable es que aumente la maldad absoluta, la maldad impensable, por lo abyecta. Maldad imperdonable. Como puede ocurrir en el trato con niños, tal vez siempre haya sido de ese modo y no sabíamos. Pero el conocimiento conlleva una responsabilidad, deja de ser una opción elegir la ignorancia o la negligencia. Cerrar los ojos o apartar la vista.

Los jardines de párvulos, las salas cuna, los centros de lactantes, los establecimientos para preescolares, han dejado de ser indudablemente seguros. Cuando en la edad de la inocencia bastaba con la confianza en los adultos que quedaban al cuidado de los niños, ahora hay que tener evidencia comprobada de esa seguridad y la obligación de las familias de no permitir resquicios. No es una realidad grata, pero, como toda realidad, está allí. Sencillamente, tenemos que aprender a cuidar más a nuestros niños y a aislar sin misericordia a los que les amenazan.

 

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