Opinión

El tiempo necesario para crecer

Por: En el Tintero 18 de Agosto 2019

Es una anécdota del campo de golf más famoso del mundo, la cuna de ese deporte, St Andrews, fundado el año1754 en el condado de Fife, en Escocia. Interrogado el cuidador jefe, sobre cómo mantener los prados en óptimas condiciones, su respuesta, al principio, da a entender que cualquiera puede, su comentario final es menos optimista, indica la fórmula de las semillas utilizadas, el sistema de regadío, la oportunidad de las podas, pero al final advierte que es indispensable apisonarlo por doscientos años.

Parecido a lo que ocurre cuando se quiere ser un país desarrollado; altos niveles de producción y poder adquisitivo por persona. Pero, además, tiene que haber otras cosas, ya que la diferencia de desarrollo entre las naciones se debe a múltiples causas, no únicamente a las de tipo económico. En la actualidad, dos realidades contrastan bruscamente: la de los países desarrollados y la de los países subdesarrollados o en desarrollo. El 80% de la población mundial vive en este segundo grupo.

Se ha aludido a varios factores que caracterizan el subdesarrollo, o que perviven en naciones en vías de llegar a esa condición, entre otros, con diferentes denominadores, se enumera; la dependencia tecnológica, una salud y una educación deficientes, inequidad en bienes y servicios, a lo que podría agregarse, cultura cívica insuficiente, valores y compromiso social insuficientes o inadecuados. La anécdota de St. Andrews no es gratuita, establece una distinción imposible de hacer desaparecer en el corto plazo, todos los indicadores económicos podrían alcanzarse con las políticas correctas, pero los tiempos involucrados en otros procesos más complejos bien podrían semejarse al período de apisonamiento.

PROCOPIO

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