Opinión

Poner las cartas sobre la mesa

Por: En el Tintero 01 de Agosto 2019

Con toda buena voluntad, se puede llegar a comprender que parte de las endebles expectativas económicas de los últimos meses, se deban a que en casi todo el planeta los asuntos no se desenvuelven con absoluta holgura y que las economías más sólidas tienen que estar muy atentas a la próxima jugada, sino quieren verse envueltas en sacudones e inquietudes de insólita frecuencia. Pero, también, con la misma buena voluntad, hay que conceder que los sucesivos e interminables ruidos provenientes del Olimpo gubernamental y del mundo político-empresarial contribuyen generosamente a la conducta de pedir por debajo.

“Ante la duda, abstente”, parece ser el lema predominante, ha resultado en esta situación expectante, de indudable baja de velocidad en el desempeño de la economía, de pérdida de puestos de trabajo o sucesivos e inquietantes ajustes de personal. Una situación concreta, que trasciende los círculos empresariales y económicos, el tema es parte de la discusión en el ámbito del gobierno, la oposición y los sufridos, y siempre en estado de alerta ciudadanos a pie.

Es una sana reacción, aunque incompleta, hay que ser más explícitos y transparentes a la hora de anunciar cambios reformas y ajustes, ya que de no ser así puede crecer la desconfianza en las inspiradas declaraciones de las autoridades, nombres gloriosos y estimulantes para programas que al final son más ruidos que nueces.

La confianza se puede establecer sobre la base de la sinceridad y los resultados. Como decían las abuelitas de antes: obras son amores y no buenas razones.

 

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