Opinión

Cuidado de las enfermeras a los neonatos

Por: Diario Concepción 18 de Mayo 2019

Como enfermeras siempre hemos estado presente en el cuidado de la salud durante todo el ciclo de la vida y en las neonatologías de nuestro país es en donde nuestra labor es desarrollada en el mismo inicio de ese ciclo.

La tecnología permite la sobrevida de recién nacidos cada vez más prematuros y es por esto que es común ver pacientitos de hasta 25 o 24 semanas de gestación luchando por sus vidas en UCIs neonatales. Es en estos servicios donde podemos desarrollar una mezcla de profesionalismo y cuidados llenos de ternura hacia nuestros pequeños guerreros.

Un número importante de estos pacientitos son los nacidos menores a 32 semanas de gestación, prematuros extremos, que en su débil llanto pueden expresar su necesidad de ayuda para continuar creciendo. Sólo los que hemos vivido el cuidar niños de 700 gramos o menos podemos ver como la vida se aferra a ellos y sólo nos queda dar todo para ayudarlos en ese proceso. Para este fin existe en nuestro país el programa de seguimiento al prematuro y a nivel ministerial nos guía con todos los protocolos a seguir durante su estancia en la neonatología e incluso luego de su alta. Incluyen ecografías cerebrales, fondo de ojo, exámenes de sangre, etc. Todo esto para asegurar que su desarrollo vaya siendo el óptimo y poder intervenir a tiempo si es necesario.

Como enfermeras somos preparadas desde nuestro pregrado en la atención a este tipo de pacientes, analizamos en profundidad sus patología y cuidados específicos y muchas de nosotros también poseemos estudios de posgrado relacionados, y es que sus cuidados exigen estar en un constante perfeccionamiento de todo el equipo de salud que se desempeña en este lugar.

La atención de estos pequeños requiere no sólo cierta cantidad de cuidados si no también que sean de calidad, para esto se considera la estimulación mínima que favorece su desarrollo neurológico adecuado, cuidados de la piel tanto en la prevención de lesiones como en el tratamiento de estas a causa de la falta de desarrollo de su epidermis, cuidar su termorregulación dentro de su incubadora ya que para ellos el poder regular su propia temperatura es una labor que puede resultar en su baja de peso. Por varias semanas sólo se alimentará por una sonda pero luego tendremos que estimular la succión adecuada para que pueda irse a su hogar alimentándose solamente por boca e idealmente con leche materna por lo cual también se trabajó con la madre para que esto pueda ser posible.

Durante todo este proceso, también, debemos considerar cuanto necesitan a sus padres y fomentar este vínculo cada vez que sea posible, por lo tanto, intentamos el incorporarlos poco a poco a su rutina de cuidados y si las condiciones lo permiten poder hacer contacto piel a piel bebe con mamá o papá, hecho que está comprobado tiene beneficiosos resultados en la tranquilidad del niño y de los padres.

Que el bebé pueda irse a su hogar de alta y en las mejores condiciones es lo que nuestros cuidados buscan día a día y luego poder verlos regresar a saludar, cuando ya están en etapas escolares, es la satisfacción que nos mueve a seguir a delante por todos nuestros pequeños guerreros y por lo que vendrán.

 

Patricia Amestica
Enfermera de neonatología

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