Opinión

La frase del año: Idea de Legislar

Oponerse no significa votar en contra de la reforma legal, sino que es rechazar la oportunidad de discutir.

Por: Diario Concepción 11 de Mayo 2019
Fotografía: Cedida

Felipe Vergara
Doctor en Comunicación, académico Unab

Una cosa es lo mal que está haciendo el gobierno las cosas, evidente son los indicadores económicos y laborales que confirman que los tiempos mejores tendrán que esperar, pero otra cosa muy distinta es que la oposición parlamentaria le niegue irracionalmente el pan y el agua a toda reforma que quiera llevar adelante.

Un país necesita ir adaptando sus leyes a los cambios que como sociedad vamos experimentando; posiblemente el mejor ejemplo de ello sea la reforma previsional que busca enmendar un sistema de jubilación que hoy no cumple con el objetivo para el cual fue creado, quizá nunca lo cumpla y jamás veamos pensiones que equivalgan al 80% del sueldo como nos prometió el ex ministro del trabajo de la dictadura, José Piñera; pero no por eso vamos a dejar de buscar alternativas que procuren mermar las falencias existentes. Sin embargo, la oposición parlamentaria se opone de plano al hecho de al menos legislar sobre el tema, dándole con ello no sólo un portazo al gobierno, sino que a la ciudadanía que hoy anhela con una jubilación digna.

Convengamos que la propuesta de “No Más AFP” ha demostrado ser más una falacia que una realidad aplicable, es fácil defender demagogias y propuestas populistas sin visualizar los riesgos que ello pueda tener para la gente. Está claro que el actual sistema previsional no es bueno; pero otra cosa es eliminarlo y volver a un sistema de reparto que tiene quebrados a parte importante de los países que lo aplican.

Siendo así, una reforma de pensiones es el camino necesario para una vejes más digna de las próximas generaciones; puede la Ley mejorarse, claro que sí, pero asumamos que cualquier cosa que se haga será mejor de lo que hoy tenemos, y ante ello, la negación de la izquierda a la idea de legislar es francamente difícil de entender.

Ya ha pasado un año en discusiones previas -que en la vida laboral modifica bastante una jubilación- y aún no se aprueba la idea de legislar, ese 4% o 5% de cotización adicional nos va a pesar en el tiempo y la responsabilidad recaerá en los parlamentarios que no paran de poner condiciones para aceptar que el proyecto empiece a ser discutido; porque eso es negarse a la idea de legislar. Oponerse no significa votar en contra de la reforma legal, sino que es rechazar de plano la oportunidad de discutir el tema bajo los parámetros legislativos.

Si la derecha ha hecho un mal gobierno, la oposición parlamentaria tampoco ha estado a la altura del país, oponiéndose tozudamente a cada una de las propuestas planteadas. En ambos casos, y como suele suceder, lamentablemente el más perjudicado seguirá siendo el ciudadano de a pie.

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