Opinión

Ellas y ellos juntos, pero que no sea solo por un día

Fernández Vial organizó y concretó la histórica unión de sus equipos femenino y masculino, jugando el mismo día, en el mismo estadio y cobrando una sola entrada. El desafío es que no sea un espejismo, sino una señal de hacia dónde vamos.

Por: Paulo Inostroza 29 de Abril 2019
Fotografía: Fernández Vial

Fernández Vial vivió este 2019, nuevamente, la presentación oficial de su equipo femenino. Tiene locutora en sus partidos como local y ayer concretó otro hito: ellas jugaron en el Ester Roa Rebolledo -uno de los tres estadios más importantes del país- y lo hicieron el mismo día que el plantel masculino, con la gente pagando una sola entrada.

Detalles que marcan el camino, pero tampoco son para quedar sordos por el aplauso. Es apenas un primer paso, ténganlo claro. Sí, porque sería lindo que ambas ramas pudieran entrenar en la misma cancha y que el “juntos en el estadio” no sea solo una vez al año. Y que no sea solo Vial, sino todos los clubes, sin la excusa de que Collao sufre mucho por el exceso de partidos en su pasto. ¿O acaso se estropea más la cancha porque la ocupen mujeres?

Falta y mucho, porque en la conferencia de prensa para anunciar un hito deportivo en la Región llegaron solo dos medios de comunicación. Falta, porque la gente recién se está formando esta cultura de entender que el fútbol es uno solo y punto, y las chicas merecían ayer más gente en la tribuna. Bueno, será de a poco.

Lo bueno es que la gente ya empieza a familiarizarse con nombres como Viviana Torres, Patricia Vega, Jazmín Gallardo o Antonia Alarcón. En los diarios y sitios web aparecen las fichas de los partidos con insignias de los equipos y hasta sus caras. También hubo histórica transmisión on line del partido, a través de La Pelota es Mía. Y, como debía ser, con comentarios no solo de hombres. El camino está trazado, pero no hay que desviarse ni perder la meta. El objetivo es profesionalizar el fútbol femenino, pero en serio. En Santiago ya se hacen contratos y mejoran un poco los sueldos. Ellas trajeron los ladrillos, solitas. Pero es deber de todos parar la casa.

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