Opinión

Posverdad en los tiempos de Herodes

Por: Diario Concepción 21 de Marzo 2019

Pocos reyes de la antigüedad tienen una peor reputación que la de Herodes, también conocido como Herodes el Grande, nacido en la región de Idumea aproximadamente el 73- 74 a.C. y muerto en Judea el 4 a.C. Sus habilidades, su talento militar y su diplomacia lo llevaron a convertirse en rey de Judea, Galilea, Samaria e Idumea, entre los años 37 y 4 a.C., en calidad de vasallo de Roma.

No fue fácil su instalación como monarca en un periodo especialmente convulso para una región que ha vivido en conflicto durante más de tres mil años. Sin embargo, una vez en el poder, comenzó un periodo bastante glorioso y próspero para Jerusalén, marcado por la reconstrucción del Templo y por impresionantes palacios, piscinas y obras públicas. Mantuvo a raya a las amenazas internas y externas, y se transformó en uno de los más confiables amigos del naciente Imperio.

Como contrapartida, queda el infausto retrato de que él se hace en el nuevo Testamento, donde Mateo consigna que mandó a ejecutar a los niños nacidos en Belén y menores de dos años, temeroso de la profecía que aseguraba que uno de ellos sería el Rey de Reyes.

Revisando el testimonio de los cronistas de la época, no existe ninguna mención a un hecho tan siniestro como ese. Sin embargo, el historiador judío romanizado, Flavio Josefo, en su obra la Guerra de los Judíos, deja muy en claro la historia familiar que, distorsionada, sin duda, llevó a construir el mito: que Herodes estaba tan obsesionado con el poder y tan paranoico de perderlo, que durante su largo reinado terminó mandando a ejecutar a sus tres hijos adultos, además de su segunda esposa.

Una historia familiar que, aunque poco edificante, deja en claro que la posverdad no es un invento demasiado nuevo.

PIGMALIÓN

Etiquetas