Opinión

Quién vigila a los vigilantes

Por: Procopio 16 de Marzo 2019

La inquietud por el fraude y la corrupción continúa aumentando entre los ciudadanos, impulsada por la incesante llegada de nuevas y malas noticias al respecto, vendedores de pollos, financistas de candidatos, farmacias coludidas, especialistas de la salud en manejos turbios con laboratorios, licitaciones incorrectas y sobre precios por continuación de obras, dietas y otras asignaciones autodeterminadas, largas listas de beneficios que se transparentan sólo cuando alguien se descuida y se nota por lo abusivo. Si fuera esta lista exhaustiva, aunque larga, sería menor, pero no lo es, se podría seguir agregando agravios por largo rato.

Hay que reforzar las estructuras y los mecanismos capaces de cortar el paso a las personas que desde los partidos o las instituciones se aprovechan de la representación y el poder que les conceden los votantes y también mejorar la sensibilidad de las alarmas que deberían detectar las malas prácticas en todos los ámbitos, antes que estas sean mostradas, para indignación de muchos y rubor de sólo unos pocos, en pantallas de televisión o en portadas acusadoras de la prensa, como resultado de una investigación periodística.

Como ocurre en cualquier otra forma de delito, estas prácticas deben ser prevenidas, detectadas y castigadas por los organismos que corresponde, los supervisores, los contralores, en fin, no por los periodistas, no puede ser ladrón solamente el que lo pillan, las buenas prácticas son necesarias también en aquellos que están para detectar las malas.

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