Opinión

El complejo arte de negociar

Por: Procopio 12 de Marzo 2019

Hay conflictos de larga data, árboles más o menos, edificios más o menos altos, calles más o menos inclusivas, empresas más o menos invasivas, que no es posible dejar al gentil paso del padre tiempo

La Región se encuentra detenida en varias iniciativas importantes por existir áreas de conflicto no resueltas, nada realmente nuevo, sino fuera porque no es posible prolongar indefinidamente ese estado de moratoria  sin daño evidente. Hay que enfrentar estos conflictos y resolverlos administrando los elementos en pugna para obtener resultados beneficiosos para la gran mayoría. Lo que no puede hacerse es ignorar su existencia, o evitar enfrentarlos.

Con ese propósito, es necesario que exista comunicación, buenas relaciones, respeto mutuo y opinión constructiva, en plena aceptación del concepto de bien común y de renuncia a intereses particulares. Quienes participen en estas tareas tienen que estar dispuestos a negociar con generosidad, en cabal conocimiento de las implicancias para todas las partes, ante el hecho concreto y actual que todas las personas quieren participar en decisiones sobre problemas que les afectan, que cada vez menos personas están dispuestas a aceptar decisiones dictadas por otros.

Ciertamente, no es este asunto de improvisación, de conversación espontánea de gente de buena voluntad, se requiere conocimiento y experiencia y, por supuesto, profesionales idóneos para asesorar el desarrollo de las instancias y favorecer una salida exitosa. Lo que no puede hacerse es seguir esperando que los problemas se arreglen por su cuenta, en el consagrado arte nacional de sacar la vuelta

 

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