Opinión

Inventores de Chile

Por: Diario Concepción 19 de Febrero 2019

El pago de Chile es un término un tanto abandonado, en parte por la pérdida de la inocencia. Muchos personeros, sabiendo de esta antigua tradición de desagradecidos, se han apresurado a cobrar lo antes posible y no esperar que nadie les reconozca nada, una actitud precavida.

A título de ejemplo, dos que se sentaron a esperar y ahí siguen: el primero es don Alonso de Ercilla y Zúñiga, el segundo  un  Premio Nacional de Periodismo, Alfredo Pacheco Barrera, nacido en Temuco y fundador en la ciudad de Concepción del periódico Crónica, además de ser director del desaparecido diario La Patria.

Es justamente este último quien reclama a la ciudad penquista por no haber levantado gran monumento a quien describe como el inventor de Chile, según la expresión de Neruda. Se refiere a don Alonso, quien hace de nuestro país un cuadro memorable en su poema La Araucana, escrito aquí cerca, en la ribera del Bío Bío y terminado con visible nostalgia en Madrid.

Ercilla llegó a Chile por un mal de amores, acompañando a don García Hurtado de Mendoza, quien venía a desfacer entuertos en el sur. Un enamorado del país, escribe “que cosa puede haber sin amor buena,… donde jamás se ha visto rica vena que no tenga de amor el nacimiento”.

Ambos olvidados, Alonso en un país que prefiere ignorar su historia y emular la estela de otros pueblos que envidia y el segundo, por parecida razón, en un periodismo en busca de impacto. Los próceres históricos, peor aún literatos, yacen en estantes de poca visita y mucho polvo, periodistas viejos citados como simple anécdota. Como éste del cual nos queda su pseudónimo,  Quintín Quintas.

PROCOPIO

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