Opinión

El origen cultural de la violencia

Por: Procopio 27 de Diciembre 2018

El paréntesis de paz de esta fechas suele diluirse con rapidez, sin demasiado cariño y respeto por el otro, quedamos listos para emprenderlas con el prójimo a la menor oportunidad, hemos perdido, por lo general, la noción que la violencia es un producto de la sociedad, una suerte de distorsión maliciosa de las relaciones humanas, en el seno de grupos y familias.

Es complejo cambiar los comportamientos de los grupos, pero es posible empezar por hacer cambios en el ambiente de las familias, ya que es en éstas, a pesar que debiera ser exactamente al revés, donde se pueden encontrar los capítulos más importantes de violencia.

La familia es una unidad indispensable de la vida en sociedad, se espera que allí se cree un ambiente armónico que permita el desarrollo seguro y feliz de sus integrantes, en una red de sostenible y confiable apoyo mutuo. Esta armonía puede ser alterada por actos violentos de uno de sus miembros, o más de uno, con malos resultados para la integridad física o sicológica de los demás, especialmente, los más débiles, niños, mujeres y ancianos. La violencia, en cualquiera de esas formas puede llegar a ser rutinaria, como un ingrediente normal de la convivencia.

El círculo vicioso de estas situaciones está representado por la evidencia que los individuos violentos, aquellos que ejercen conductas agresivas hacia otras personas, tienen antecedentes en sus ambientes familiares, como todo círculo, la única manera de romperlo es cortando su continuidad.

Es necesario convertir nuestros hogares en un sitio de tregua, en un remanso de paz donde cada integrante, con el apoyo de los demás pueda repararse y robustecerse, estar así más preparados para enfrentar el desafío cotidiano de la vida, no es un mala idea para este nuevo año, ya a la vuelta de la esquina.

PROCOPIO

Etiquetas