Opinión

Profesores de la tercera edad para alumnos vulnerables

Por: Diario Concepción 01 de Noviembre 2018

Hoy estamos en presencia de una realidad que nos comienza a preocupar en Chile: el aumento de la tercera edad y la disminución de la natalidad debido a una juventud que adquiere otros valores más consumistas y de realización personal por sobre los valores de familia de una sociedad del pasado. Un tema que me apasiona y en el que por estos días he profundizado, en el marco de la preparación de la ponencia titulada “Sirviendo con amor en el otoño de nuestras vidas, rescatando habilidades de escolares de familias vulnerables”, en el marco del curso “Envejecimiento activo, una experiencia de aprendizaje iberoamericano en la ciudad de Tormes”, que tendré la oportunidad de exponer en mayo próximo en la Universidad Pontificia de Salamanca, España.

El tema se centra en la experiencia de muchas personas que, en el Otoño de nuestras vidas, jubilados y con tiempo libre, deciden dedicar algunas horas de la semana a brindar apoyo a escolares vulnerables de los primeros cursos de su enseñanza básica.

Las cifras del Senama desde el 2003 señalan que el 70% de los niños que han participado mejoró sus hábitos de estudio y el 80% de los voluntarios señala sentirse “muy interesado en aportar a la sociedad” de esta forma. Con estos datos y otras experiencias podemos indicar que esta es una de las iniciativas más exitosas en lo referente a los valores de Solidaridad y Fraternidad, ya que docente y alumno se benefician mutuamente, uno en lo valórico y el otro en lo académico, ambos en el fortalecimiento de su autoestima.

Los amantes de la educación nunca descansamos, nuestra pasión por aprender y enseñar esta en nuestro ADN y somos incansables en la búsqueda de la verdad y poder transmitirla, siendo esta una ocasión propicia para el cumplimiento de nuestros sueños de brindar a aquellos que tienen sus sueños bloqueados por las circunstancias de la vida, una alternativa de posible solución a su futuro como ciudadano que aporte con todos sus talentos a una sociedad más justa y equitativa.

Probados son los logros desde el 2003 que ante una buena planificación con un enorme ingrediente de amor, paciencia y misericordia se han alcanzado por aquellos que se han atrevido a cruzar el mar de la indiferencia y olvido, de aquellos estudiantes que necesitan su pronta ayuda.

Sabido por todos es que una sociedad sin educación no tiene futuro ni desarrollo. Si no intervenimos en la base fundamental de nuestros pueblos, las familias vulnerables, muchos escolares por decir lo menos no tendrán la posibilidad de desarrollar sus habilidades en bien de su crecimiento y por ende de la sociedad toda. Es por esto que municipios en Chile y otros países se han activado con programas: “Puente”, Asesores Senior País de Mayores. Y otros en busca de permitir la integración personalizada de docentes jubilados y familias vulnerables, que no teniendo los recursos no pueden mejorar las habilidades descendidas de sus hijos menores.

Las familias colaboran brindando un lugar de armonía y paz para el buen ejercicio de enseñar adecuadamente aquellos espíritus atormentados por una sociedad indolente, falta de caridad y cuidados, derechos inalienables de un ser humano.

Una última reflexión: en el rigor del dolor y la indolencia del olvido, van quedando atrás rezagados como la ola bota los maderos de un destruido navío, los estudiantes carentes de comprensión y tolerancia como huertos sin cultivo. El fin de una existencia feliz centrada en el servicio y entrega a la formación de las nuevas generaciones es el omega de nuestras vidas para continuar la tarea después de terminar un ciclo como docente , para cumplir la hermosa tarea de Coach de estudiantes con problemas de aprendizaje y descompensación emocional ya sea por factores familiares , de integración social u otros que afectan su aprendizaje y desarrollo. En el aspecto del autoestima y funcionalidad activa en la sociedad , de la tercera edad , se detectan grandes aportes con este tipo de actividades. Recomenzar es reactivarse social y afectivamente en bien de una vida activa y productiva. El dar y recibir es un beneficio mutuo de grandes satisfacciones tanto en lo personal como en lo colectivo familiar.

Nuestra propuesta es promover y motivar el trabajo personalizado de profesores y profesionales jubilados con alumnos con problemáticas en sus estudios y comportamiento escolar, brindando a las familias el apoyo durante dos horas dos veces en la semana, durante seis meses.

Diego Ismael Leiva Roa
Profesor

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