Jorge Condeza Neuber
@jorgecondezan
Hace algunas semanas se desarrolló Erede 2018, actividad que reúne a empresarios y académicos para discutir temas de desarrollo regional en variados ámbitos. Es, también, una instancia en que gobierno informa de los grandes proyectos de infraestructura y de las políticas que pretende implementar en su periodo.
De todo lo que ahí se planteó, me quedó dando vuelta el discurso del Intendente quien mencionó, casi como arenga, que queremos convertirnos en la “capital económica de Chile”, sin mencionar cuales serían las principales acciones, que indicadores se utilizarían para medir los avances y por cierto, que recursos económicos y humanos se invertirían en tamaña obra. Algo así como la nueva Misión/Visión de la Estrategia Regional de Desarrollo y cuya definición, asumo, fue sobre un diagnostico serio que estableció cuales eran realmente nuestras potencialidades.
Sólo para dar algunas cifras, de las pocas que dispone la Región, con Ñuble teníamos cerca de 8% del PIB regionalizado, un per cápita menor a USD 10.000, muy lejos de los 15.500 que posee el país. Poseemos un bajo porcentaje de la industria manufacturera nacional y nuestras exportaciones regionales varían entre el 7 y 8% del país.
¿Qué ha ocurrido en las últimas semanas, después de tan potente mensaje? Una propuesta de viaje para potenciar las relaciones con Vietnam y con Marruecos, por un lado, y la declaración de que harán una presentación al Presidente para convertirnos en la plataforma logística del sur, asunto que vengo escuchando desde hace décadas.
Los puertos requieren inversiones en sus accesos, y en logística en general, pero no hay carga suficiente y no la habrá en los próximos 12 años para acercarnos a San Antonio o Valparaíso (que no son la capital económica de Chile por cierto) y menos a los puertos de Panamá o Brasil como para convertirnos en grandes movilizadores de Teus. Tampoco se ha establecido (salvo Mapa) que exista un alto crecimiento en las cargas de exportación en un breve plazo.
No he escuchado nada que me haga suponer que el discurso tiene algo de cierto (salvo el Pacyt). No se ha mencionado nada de la tecnología, la globalización o el cambio climático que son los grandes desafíos del ser humano y respecto a lo cual podemos basar nuestras propuestas de desarrollo. Quizás me haría mucho más sentido que el Gore anunciara nuevas políticas donde el 30 o 40% de sus recursos serán destinados a innovación y que esas apuestas nos permitirán dar el gran salto.
Si Chile crece al 4% anual, para alcanzar el promedio de PIB per capita tendríamos que crecer el doble por los próximos 11 años y eso no se hace por arte de magia sino con discursos realistas, con una institucionalidad mucho más sofisticada, y con focalización del gasto y la inversión, aunque exista un alto costo político.