Opinión

FNDR no es la caja parlamentaria

Por: Diario Concepción 20 de Julio 2018
Fotografía: Diario Concepción

Jorge Condeza Neuber
@jorgecondezan

Cada cierto tiempo se reflota el tema del presupuesto regional y se asocia su ejecución a un problema de gestión. Ahora se condimenta el tema con la amenaza de algunos parlamentarios de condicionar el apoyo a las peticiones del ejecutivo regional, como si el FNDR dependiera de ellos.

Hay dos presupuestos administrados por el GORE:  Uno de 5.600 millones anuales, que  se gasta en personal (70%), gastos operacionales (16%) y para la dieta, viáticos y gastos de los cores (14%).

El otro es el FNDR que para el 2018 considera 113 mil millones de pesos (siempre hay aumentos posteriores), con 52% de aporte fiscal directo y 48% proveniente de diversas leyes y reparticiones públicas. Llegan fondos de la Subdere, ley de casinos y patentes de acuicultura o mineras; y han adquirido relevancia el programa de convergencia (8,4%) y el Fondo de apoyo regional(27%),  correspondiente a los dineros que aporta la ley 20.378 como compensación del Transantiago.

Usando la ejecución del año 2017, un 5,6% de los fondos fueron a diferentes actividades culturales, deportivas, sociales o de seguridad ciudadana. 3,9% para adquisición de equipos, maquinarias, vehículos, etc. Un 40% a iniciativas de inversión y el saldo corresponde a transferencias, de las cuales 7,2% al sector privado- incluyendo aportes a Bomberos y a universidades locales para distintos estudios y proyectos- 6,22% aportes a los servicios de salud de la Región y un 36,4% a otras entidades públicas , siendo casi la mitad transferida a los municipios para los PMB o los FRIL  y el resto a Corfo, Sercotec, Fosis, Sernapesca, Indap o cualquier institución pública que firme convenios con el Gobierno Regional.

En resumen, el FNDR nacional no solo es de bajo volumen (2,5% del presupuesto de la nación), sino que, además, sirve una gran cantidad de asuntos, algunos de los cuales son simples devoluciones de dinero al Gobierno Central. Con el sistema actual es imposible que una región que no focalice su inversión pueda, a través del FNDR, generar un impacto real con sus obras públicas o, por ejemplo, cambiar el eje productivo de una zona.

La ejecución presupuestaria del FNDR a un mes no es indicador de absolutamente nada, ya que existen decenas de convenios y  centenares de proyectos en ejecución y los parlamentarios que amenazan con no apoyar el proyecto de presupuesto pierden su tiempo de una forma penosa al igual que lo hizo la oposición anterior y por los mismo motivos, ya que su trabajo debiera ser que el FNDR crezca al doble en un periodo corto de tiempo quitándole recursos a los ministerios, y crear las instancias para que se convierta en un motor de desarrollo regional, invirtiendo en forma eficiente y en el futuro, y no solo para estar el servicio de la obtención de votos de cada autoridad de turno.

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