Opinión

Hipocresía y cinismo

Por: Diario Concepción 25 de Mayo 2018
Fotografía: Diario Concepción

Jorge Condeza Neuber
@jorgecondezan

Y no son los seguidores de Antístenes la plaga actual, porque nuestros cínicos criollos solo han copiado ese aire de desfachatez con que algunos definían a los discípulos del movimiento griego.

De todas las definiciones que uno encuentra, me gusta mucho esa que la define como la falta de vergüenza de una persona al realizar actos deshonestos con los demás, sin importar las consecuencias.

A diferencia del cínico, la hipócrita condena en el resto actos que él ejecuta sin reproche ético alguno. El hipócrita es básicamente una persona falsa, mostrando una inconsistencia entre lo que critica y lo que hace realmente.

La visita de los obispos al Vaticano nos muestra un caso cargado de cinismo e hipocresía. Hubo en algunos un verdadero arrepentimiento, pero muchos siguen descaradamente desconociendo los hechos, mostrándose incluso sorprendidos del encubrimiento institucional que por décadas alentaron junto a algunos parroquianos muy poderosos. ¿Qué perdón pedirán los que ponían las manos al fuego por zutano y mengano a pesar de las decenas de denuncias, atacando e insultando a las víctimas? Juzgarlos a todos por igual es imposible, pero el que ahora viajen 5 o 7 curas abusados por Karadima a dar su testimonio es más que un simple dato de la causa y le quita piso a las explicaciones cínicas de quienes siguen declarándose ignorantes.

Pero ejemplos abundan. La discusión actual del caso venezolano da cuenta del mismo fenómeno. Gente que sufrió la dictadura cívico militar en nuestro país insiste que en Venezuela hay algo normal y que todas las penas que ahí se viven son culpa de alguna fuerza externa. Sufrieron violaciones de DD.HH pero no le asignan la misma importancia a las penurias que pasa el pueblo Venezolano que arranca en masa a donde existan mejores oportunidades sin preocuparse si al otro día podrán comer sus hijos.

El viaje del ministro y la defensa corporativa que hace el gobierno es un caso patético de cómo se abusa ahora de la hipócrita teoría del empate. El manotazo a los recursos públicos está instalado en muchas áreas (asesorías truchas, boletas falsas, etc.), pero nadie audita a la anterior autoridad por un acuerdo tácito de no agresión que cuenta con muchos seguidores y simpatizantes que discursean con el típico: “siempre ha sido así”, sin darse cuenta de que son utilizados por el cinismo e hipocresía del gobierno de turno.

Y en eso estamos, en un círculo vicioso del que se requiere fortaleza y liderazgo para salir. Quizás es nuestro momento de mirarnos en el espejo y reconocer en todos nosotros ciertas cuotas de hipocresía y cinismo, pero al país y sus instituciones le costará mucho avanzar y recuperar la decencia si seguimos aceptando lo que ocurre frente a nuestra nariz y no caen los que tienen que caer.

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