Jorge Porter Taschkewitz
Ingeniero Comercial UdeC
Es inaceptable el nivel de violencia que se aprecia en nuestra sociedad, desde la violencia contra mujeres y niños, la violencia delincuencial y del narcotráfico, hasta lo que estamos viendo cada día en calles, colegios, conductores, en La Araucanía, la violencia como respuesta o como método planificado ante cualquier hecho o acontecimiento que a algunos no les gusta.
La ignorancia, la mala educación, la pérdida de valores, la pérdida del sentido de la vida, la pérdida de rumbo de entes políticos, la ideología del mal que sólo separa en buenos y malos, la exaltación de la violencia en los juegos, entre otros, así como la mala prensa que por vender algo más le da cada vez más espacio y tiempo.
Las cifras de los últimos años son muy preocupantes, ya que en las encuestas del CEP, por ejemplo, el concepto Delincuencia, asaltos y robos es el primer problema al cual el Gobierno debiera dedicar el mayor esfuerzo. Y ha sido top 1 en los últimos 3 años.
Lo más negativo del Gobierno que acaba de terminar, en primer lugar, está la Seguridad y la delincuencia.
En el Gobierno que parte, la Delincuencia es la que tiene mayoría en primera mención en dedicarle el mayor esfuerzo. Y es tercera en el total de menciones.
En cuanto a expectativas de cumplimiento de compromisos, ante la pregunta: ¿cuán probable considera usted que el próximo Gobierno cumpla con disminuir la delincuencia?, muestra un 63% en poco o nada probable frente a un 36% de muy o bastante probable.
Acerca de la administración del Estado, respecto a si el Estado administra bien o mal los servicios públicos, el 15% señala que administra bien y un 60% que administra mal, y el segmento entre 35 a 44 años es el que peor evalúa este tema con un 13% y un 66%, respectivamente.
Para qué decir la nota que se le pone, en su tarea de combatir la delincuencia, a senadores y diputados, al Gobierno saliente, jueces, Ministerio Público, Defensoría Penal Pública y alcaldes, todos reprueban.
Expertos nos señalan, a través de estudios científicos y trabajos de síntesis publicados, que el espectáculo de la violencia es una incitación a la violencia.
Además, algunos científicos sostienen que las imágenes violentas operan según tres mecanismos: el primero, aumenta la propensión a actuar con violencia o agresividad; el segundo, vía la habituación elevan nuestro umbral de tolerancia a la violencia, y el tercer mecanismo, es la exasperación del sentimiento de miedo e inseguridad, lo que llaman el “síndrome del mundo malo”.
También, considerar la secuencia que mencionan profesionales sobre la crisis de identidad al pasar de niñez a adultez que algunos llegan a padecer una “difusión de identidad” con trastornos de personalidad borderline, narcisos, sociópatas y fanáticos. Llegando a adquirir una ideología mesiánica que atrapa a algunos, los menos inteligentes, ellos lo saben todo y es lo bueno, y cuyo futuro es cada vez más violencia, más extremismo y menos dispuestos a pensar.
Debemos tener autoridades con liderazgos que pongan límites con suficiente claridad y que no toleren la violencia y actúen con eficacia ante ella.