Opinión

El falso funeral de Gutenberg

Por: Procopio 23 de Marzo 2018

La sociedad se transforma a pasos agigantados, no es precisamente una frase para el bronce, pero da a entender que no hay ámbito que se escape de esta turbulencia de cambios, en un proceso que afecta a todos los aspectos de la vida, menos aún la literatura, que tiene como tarea, aunque no quiera, de reflejar lo que pasa, sin querer queriendo, convertirse en testimonio del devenir del mundo y los que estamos viviendo en él.

El asunto en discusión, es la modalidad de acercamiento a la literatura, cómo sabemos que está allí y qué medios elegimos para darnos por enterados. Los más viejos, o si se quiere, los adultos mayores, para no herir a nadie, suelen desconfiar de las nuevas tecnologías. Sven Birkerts, un crítico literario y ensayista norteamericano, ante la inundación de radio, televisión, video, Internet, correo electrónico, teléfono móvil y anexos, concluye “En menos de medio siglo hemos pasado de un estado de básico aislamiento a otro de intensa y casi ininterrumpida mediación. Entre nosotros y el denominado mundo exterior, se ha interpuesto una fina cortina electrónica”.

Según este caballero, los jóvenes actuales, en su propia experiencia, salvo unas pocas excepciones, no son lectores, se entretienen con música, televisión y videos y tienen bastantes dificultades como para concentrarse en una prosa de cierta complejidad, incómodos frente a párrafos extensos o reflexivos, teme que terminemos creyendo que la velocidad y la magia de nuestros artefactos nos han liberado de la, a veces, ardua tarea de pasar en silencio las páginas de un libro.

Afortunadamente, abundan los que siguen pensando acompañados de sus libros, convencidos que la información sobre la muerte de Gutenberg ha sido extremadamente exagerada.

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