A mediados de Julio del año 64, se inició un incendio que arrasó gran parte de la ciudad de Roma, se atribuyó al emperador Nerón y sus proyectos de remodelar la ciudad y hacerse un palacio digno. Culpó a los cristianos los cuales fueron, por esa causa martirizados. Hechos inciertos y presumiblemente distorsionados. Lo concreto es que hubo un gran incendio en Roma, lo cual pasaba a cada rato y que efectivamente se realizó una reconstrucción con edificios de mejor calidad y una mejor planificación urbana.
La ciudad de Concepción ha tenido que hacerse casi de nuevo muchas veces, no siempre lo que se puso en remplazo de lo anterior mejoró realmente la cara de la ciudad, edificios más nuevos, pero no necesariamente más hermosos o más identificados con una línea arquitectónica que pudo haber sido característica de una de las ciudades más antiguas del sur de Chile. Resultó en una estética mezclada, aleatoria y común. Ha habido, sin embargo, intentos importantes para dotar algunos sectores de la belleza que nos faltaba, por ejemplo, en 2010, la secretaría ejecutiva Bicentenario Chile distinguió el campus de la Universidad de Concepción como una de las infraestructura más destacadas de la primera mitad del siglo XX. La remodelación en curso de la Gobernación y entorno de la costanera, es otra instancia.
El incendio del Mercado Municipal, otra obra de arquitectura emblemática, puede ser, guardando las debidas proporciones, como la oportunidad de la Ciudad Eterna. Se debe intentar el rescate de toda la manzana del mercado, un gran proyecto digno de un lugar a cien metros de la Plaza Independencia, además de restaurar esa cúpula como un ícono. Hacer un inolvidable sector de ciudad. Pensar en grande.
PROCOPIO