Opinión

¿Vale la pena la filosofía?

Por: Diario Concepción 28 de Febrero 2018
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Por: Andrés Cruz Carrasco
Abogado, Magíster Filosofía Moral

¿Vale la pena la filosofía? Según Kolakovski “en la actividad de un hombre que esté convencido en serio de que existen tesis que es preciso aceptar como verdaderas, aunque no se comprenda su significado  – y tales ideas son elemento integrante de todo pensamiento religioso-, el deseo de saber y la sinceridad intelectual tiene que sufrir una limitación. Una actitud cognoscitiva diferente es la del hombre que cree que las leyes de la naturaleza descubiertas por la ciencia son un producto del intelecto organizado; y otra actitud distinta es la del hombre que reconoce esas leyes como inmanentes y como propias de la naturaleza misma”.

La filosofía no impone nada, sólo es pensar y seguir pensando para develar que es el mundo, las relaciones sociales, qué significa convivir, tolerar, ser justo, conocer, qué es el lenguaje, etc. Más que respuestas, es la búsqueda de las preguntas adecuadas,  que nos conducen a otras preguntas, que nacen de todas estas respuestas. Es permitirnos abrir nuestras mentes para descubrir el nexo entre lo que sabemos y nuestra actividad social y actitud ética, lo que no tiene ninguna relación con el esoterismo ni con la tan comercial “autoayuda”. Pese a lo que pretenden incluso algunos de los que se dicen profesionales de la filosofía, ella siempre está presente en todos.

Dijo Karl Jaspers: “como la filosofía es indispensable al ser humano, está en todo tiempo ahí, públicamente, en los refranes tradicionales, en apotegmas filosóficos corrientes, en convicciones dominantes, como por ejemplo en el lenguaje de los espíritus ilustrados, de la ideas y creencias políticas, pero ante todo, desde el comienzo de la historia, en los mitos. No hay manera de escapar a la filosofía”. Es más que la opinión de un “experto” o “gurú” de moda. Es aprender a debatir para decidir cuáles son los problemas de los que hay que hacerse cargo y cómo hacerlo.

El inconveniente de la filosofía es que no es rentable, no se puede transar en la bolsa, no tiene color político y en lugar de achatar los espíritus, los alza y robustece, los hace crecer y reflexionar. Es la disciplina subversiva que puede conducir a los grandes cambios, porque cuestiona los marcos conceptuales impuestos por las elites dominantes. Mientras haya ser humano, pasión por la libertad, allí estará la filosofía, hagan lo que hagan quienes se ufanan de sus diplomas, pero que no tiene nada de vida en un aula, allí estará alimentando los cuestionamientos más esenciales para conducirnos hacia la emancipación de nosotros mismos.

 

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