Opinión

Atlas de las nubes

Por: Diario Concepción 03 de Enero 2018
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Por: Andrés Cruz Carrasco
Abogado, magíster en Filosofía Moral

David Mitchell escribió en el “Atlas de las Nubes”: “…si nos convencemos de que la humanidad puede trascender colmillos y garras, si nos convencemos de que las diversas razas y credos pueden compartir pacíficamente la Tierra, exactamente igual que los huérfanos comparten un árbol candil, si nos convencemos de que los gobernantes deben ser justos, de que la violencia debe sojuzgarse, de que el poder ha de ser responsable y las riquezas de la tierra y los océanos deben repartirse equitativamente entre todos, este mundo se hará realidad. No me engaño. Ya sé que es el más difícil de todos los mundos posibles. Los tortuosos avances logrados en el curso de generaciones enteras pueden echarse a perder con la simple rúbrica de un presidente miope o el sablazo de un general envanecido”. Por supuesto que lo primero es la convicción. Pero no aquella que se construye sobre la quimera de otros mundos, sino que de una interpretación diferente del nuestro, poniendo el énfasis en valores más sociales que individuales, sin que necesariamente pretendamos someter los segundos a los primeros. Una cosa es decirse realista y objetivista y otra muy diferente es someterse al yugo tecnocrático que da por sentada la imposibilidad de generar un espacio social más equitativo, en el que tengan todos cabida y oportunidades. La realidad es algo más que meros hechos. Son posibilidades de acción más allá de las ensoñaciones y que nos iluminan para interpretar y actuar sobre este mundo, y no sobre otro. Para convencernos que la transformación es posible. Muchos conformistas y acomodados personajes y ciudadanos nos contestarían, según el mismo autor referido, de seguir esta postura: “¡Ah, terminarás pobre, canoso y ronco en las reuniones del partido! ¡Te escupirán, te dispararán, te lincharán, te aplacarán con medallitas y los paletos te despreciarán! ¡Te crucificarán! Ingenuo y soñador …. Quienes osan desafiar a esa hidra de cien cabezas que es la naturaleza humana terminan pagándolo con espantosos sufrimientos, ¡y su familia también! ¡Y cuando exhales el último suspiro, sólo entonces, te darás cuenta de que tu vida no ha sido más que una minúscula gota en un océano infinito!” Pero el océano es una multitud de gotas y nuestras vidas hoy, con todas sus falencias, es la consecuencia de la lucha que otros miles dieron antes que nosotros por los derechos, que derramaron su sangre para que los depredadores al menos no la tengan tan fácil, levantando otras opciones para que el egoísmo, la hipocresía y la indolencia  no nos corrompa a todos el alma. Lo que hagamos hoy repercutirá en todos mañana. Feliz año nuevo.

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