Opinión

No basta el antipiñerismo

Por: Diario Concepción 14 de Diciembre 2017
Fotografía: Diario Concepción

Por: Danny Monsálvez Araneda
@MonsalvezAraned

Tras la primera vuelta presidencial, progresivamente algunos sectores y actores que se sitúan en una posición contraria a la derecha se han ido congregando en apoyo a la candidatura de Alejandro Guillier.

De ese variopinto sector se pueden encontrar aquellos que lo respaldan por determinadas coincidencias programáticas, otros lo hacen desde un punto de vista electoral, mientras que un sector adhiere básicamente por una antipatía (visceral y emocional) a Piñera.

Este rechazo puede constituirse en un factor no menor a considerar, especialmente cuando se busca movilizar la subjetividad de las personas, es decir aquella parte emotiva y sensible de los votantes; sin embargo, aquello no es suficiente (para ganar una elección y menos proyectar/construir un gobierno) sino va acompañado del sufragio y de un posterior apoyo a determinadas reformas y cambios.

Si esta irritación o molestia no va de la mano con materializar electoralmente el enfado, entonces no servirá de nada; más bien se convertirá en un mero acto de voluntarismo, que tiene más de efectista que de efectivo.

Para el electorado de derecha y de Piñera en particular, los errores o bobadas que éste cometa son cosas de morondanga, sin importancia. Podríamos decir que los actos y expresiones del ex presidente están naturalizados en su electorado; se asume que es así por más errores que éste cometa. Pero aquello no puede significar que la mayoría de los ciudadanos tenga que aceptar aquello; todo lo contrario, si queremos elevar los niveles de la política, aquello no solamente pasa por exigirles a los políticos o candidatos determinados estándares éticos y de comportamiento, sino también entender que como ciudadanos tenemos una responsabilidad y compromiso con los destinos de nuestro país.

Quedarse solo en el enfado o vociferar contra Piñera a través de las redes sociales, puede resultar tanto o más inoficioso como aquel sujeto que solamente contempla los acontecimientos sentado cómodamente en su casa, viendo como los hechos y procesos (la historia) pasa por delante de sus ojos, sin inmutarse. Peor aún, mientras algunos se quedan con en la repulsa virtual, los partidarios de la candidatura de Piñera se preparan disciplinadamente para ir votar por su candidato.

En consecuencia, el antipiñerismo puede resultar funcional como acto subjetivo, pero no asegura un triunfo en las urnas, por eso y sin desconocer ese fenómeno, sería mejor transformar y vaciar toda esa molestia en votos, no sólo contra una persona (Piñera), sino más bien como somos capaces de comprometemos colectivamente para respaldar una propuesta que asegure la continuidad de las transformaciones, las cuales tienen como objetivo avanzar en aquellas áreas que apuntan a seguir construyendo una sociedad más inclusiva, tolerante, diversa y pluralista.

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