Opinión

Cobarde ataque a un parlamentario

Por: En el Tintero 16 de Noviembre 2017

Ayer se escribió un nuevo capítulo de infamia para los anales de la política nacional, en un hecho de ribetes policiales que, por fortuna, no tuvo toda la gravedad que pudo haber tenido: en el marco de una actividad de campaña, el senador y candidato a reelección, Fulvio Rossi, recibió una puñalada en el abdomen en el sector de Cavancha.

Poco más tarde se informó desde el Hospital de Iquique, que las heridas eran superficiales, que estaba estabilizado y en recuperación, sin compromiso vital.
Acto seguido, el Ministeriodel Interior inició acciones, que se suman a las ya presentadas por el Gobierno en los últimos meses tras las agresiones que sufrieron varias figuras como el ministro del Tribunal Constitucional, Domingo Hernández, el candidato presidencial José Antonio Kast y el alcalde de Río Bueno, Luis Reyes.

Otras tantas no terminaron en querellas; agresiones, como las monedas que el lunes un sujeto le lanzó al ex presidente Piñera en el Parque Ecuador, o los escupitajos que en alguna ocasión recibió la Presidenta Bachelet, y tantas otras acciones cobardas y groseras en contra de autoridades, son una muestra de la degradación de las relaciones entre un sector de la ciudadanía con los políticos. Acciones que, por mal evaluados que ellos estén, por lo negligentes que hayan podido ser en el ejercicio de sus cargos, por lo distantes que puedan estar en cuanto a posiciones ideológicas, no tienen cabida en un régimen de democrático, constituyéndose en un ataque contra su propia naturaleza.

Pero en esto, sin duda también hay una responsabilidad de los propios políticos, que, sobre todo en tiempos de campaña, envían mensajes irresponsables e incluso violentos, en un intento desesperado por subir en las encuestas. Actitudes que la propia ciudadanía debiera ser capaz de fiscalizar y castigar, a través de las urnas.

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