Opinión

La infiltración de los archisílabos

Por: En el Tintero 22 de Octubre 2017

Puede ser la moda, la tendencia nacional a copiar lo que parece adecuado para subir por las ramas y dar la impresión de ser más de lo que se es, se está produciendo un fenómeno de reemplazo de palabras simples por otras que significan lo mismo, pero mucho más largas y supuestamente con más capacidad para indicar lo inteligentes y cultos que somos.

El más repetido recurso es estirarlas lo más posible, un proceso de alargamiento silábico, que puede servir para compensar la pobreza del concepto mediante la exuberancia en los términos. Hay muchos ejemplos (se acepta en este punto colaboraciones espontáneas). Como se puede empezar por cualquier sitio, hay que preguntarse cuándo fue que contrastación resultó mejor que contraste, si es posible que vinculación sea más férrea que un simple vínculo, que una argumentación sea más convincente que un argumento.

También es dable preguntar si tiene ventajas el horrísono concretización en vez de concreción o si una ejemplificación expresa otra cosa que un ejemplo. Del mismo modo, parece gozar de particular popularidad la documentación que ha suplantado a los vulgares y silvestres documentos, como ocurre con el abandono de la condición, para ir a los elegantes y lucidores condicionantes.

Como si todo fuera poco a nuestra sensible y permeable lenguaje se le adicionan palabras de raíces ajenas, sesudos investigadores aseguran que sus muestras fueron ramdomizadas, una atrocidad que puede ser reemplazada por el hermoso y latino vocablo aleatorias. En fin, peor es la invasión de otro rubro de barbaridades que reemplazan a todos los sustantivos y adjetivos, utilizados transversalmente con agresiva frecuencia, en toda ocasión, que solían ser no aptas para menores.

PROCOPIO

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