Opinión

Ciudades malas para la salud

Por: En el Tintero 02 de Septiembre 2017

Quedan todavía varias libertades, una de ellas es el derecho a clasificar, ordenar cosas, ponerlas separadas de las demás, según algunas características. El que no clasifica, no tiene la curiosidad básica de reconocer que tienen las cosas de particular, pueden ser clasificaciones simples; asuntos cristalinos, pocos y asuntos tenebrosos, los más, por ejemplo.

En fin, lanzado ese desafío, se pude clasificar a las ciudades en sanas y enfermas, o mejor dicho lugares donde se puede vivir en paz de cuerpo y alma y otras en que cada día nos roba otro y vivir allí es de altísimo riesgo.

Como ya se sabe qué es lo que determina que las ciudades se puedan encasillar en el lado bueno, nos pasaríamos de frívolos si nos diera lo mismo y siguiéramos adelante transitando nuestra vidas en una urbe hostil para nosotros y nuestras familias, sin hacer, por lo menos un esfuerzo por cambiar el entorno.

Cada vez va a venir más gente desde el campo, repleto de aire puro, agua limpia y otras substancias sospechosas, a la ciudad, llena de aire contaminado, ruidosa e invadida de cemento, sin espacios para la actividad física y la recreación, con millones de ciudadanos demandando atención en los servicios públicos , gritando por todo y a empujones porque nadie quiere ser segundo en la fila.

Los humanos no estamos diseñados para sentarnos todo el día frente a la pantalla de un computador; está demasiado cerca nuestra condición de cazadores y recolectores y de allí, en unos pocos miles de años, de agricultores y aldeanos, el tránsito tiene demasiado poco tiempo como para acostumbrarnos.

Ya sabemos lo que nos hace falta, áreas verdes, espacios, silencio, calma, buena leche, empecemos por alguna parte, manos a la obra.

PROCOPIO

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