Opinión

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Por: Diario Concepción 29 de Julio 2017
Fotografía: Diario Condeza

Por: Jorge Condeza Neuber
@jorgecondezan

Ya sabemos que existen los pareos y que algunos inescrupulosos los usan como simples bloqueos para evitar que los oponentes políticos logren los quórums que una ley requiere. Pero detrás de ellos hay muchas inasistencias “legalizadas” mediante avisos y autorizaciones amparadas en reglamentos ad-hoc.

Está el permiso constitucional para salir al extranjero por más de 30 días. Es el que usó en 2015 el precandidato J. Antonio Kast para ir de vacaciones familiares a Europa por 32 días entre Julio y agosto. Ese permiso inmuniza, a quien lo pide, para seguir recibiendo la dieta y todos los pagos extras.

Para los que salen menos de 30 días al extranjero existe el simple aviso de voy y vuelvo. También está el aviso de inasistencia por motivos propios del trabajo, en que nadie sabe dónde anda, pero que no descuenta dieta ni pagos varios. Y por último el permiso sin goce de dieta, que muchos usan para faltar uno que otro día, sin explicación de causa. Solo se requiere informar por escrito indicando que por motivos personales no se podrá asistir a la sesión de la cámara tal o cual día. Incluso se usa con efecto retroactivo, como la típica comunicación del colegio, lo cual se presta para múltiples abusos y que nuestra clase política utiliza a diestra y siniestra.

Ustedes saben que los parlamentarios tienen control de asistencia en la Cámara los martes, miércoles y jueves solo 3 semanas del mes (la cuarta es distrital) ¿Ya adivinan hacia dónde va el tema, cierto? ¡Justamente! Si pides un permiso sin goce de dieta los días martes, miércoles y jueves, te puedes ir 10 días de asueto. Saquen un calendario y hagan el ejercicio. Me voy un jueves en la tarde, pido 3 días de la semana siguiente y vuelvo el martes de la semana subsiguiente. Descuentan 3 y disfrutan 10.

Para los que están pensando que al menos avisaron y pidieron el descuento les recuerdo dos cosas: Todos los parlamentarios tienen libre el mes de febrero (4 semanas) y segundo, ningún chileno tiene esta opción de tomar 10 días libres dejando los lunes y viernes como feriado, sin serlo. Esto es una frescura por donde se le mire.

Y ninguno recrimina nada cuando en la misma sesión un parlamentario avisa que irá a Nueva York y además entrega un papel pidiendo le descuenten 3 días de las sesiones de la próxima semana ya que no asistirá por razones personales. Los que se quedan en la casa se notan un poco menos, pero la pillería es la misma. Hay ejemplos más grotescos como el de un personaje que pidió el 3, 4 y 5 de enero 2017.La última sesión fue el 22 de diciembre del 2016 y la siguiente era el 10 de enero. Saquen la cuenta. Un largo fin de año.

Y además los descuentos son de aquellos días donde el fisco se lleva un 40% de impuesto, con lo cual faltar y flojear casi no tiene costo.

¿Ustedes quieren con su voto seguir amparando estas frescuras? Yo, no.

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